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Diez municipios, sesenta películas, diecisiete países, más de cuarenta invitados nacionales e internacionales, varios talleres de formación, entre otras actividades, conectan a Colombia con una idea que parece extraviada: la protección de los Derechos Humanos. Diana Arias, directora del festival, recomienda algunas producciones, comparte pormenores del proceso de selección y las novedades de este año.
¿Cuál es el objetivo del Festival Internacional de Cine por los derechos Humanos?
Nace con dos objetivos. El primero es crear un espacio en Colombia para la promoción de los derechos humanos a través de la cultura, a través del cine como herramienta de sensibilizacion, como herramienta pedagógica, como herramienta narrativa para conocer nuestra historia. Nos dimos cuenta de que este era un escenario fundamental.
El otro objetivo fue pensando en los realizadores y directores que con una cámara se atreven a contrar historias arriesgando su vida o su libertad, que necesitan una ventana para mostrar sus trabajos.
¿Cómo es la organización de un festival como este?
Es una gran apuesta logística, de muchísima gestión. Trabajamos el año entero para una semana de festival. El equipo humano que está detrás de cada ciudad es el que hace posible este espacio. Contamos con el apoyo de la Fundación Konrad Stiftung, la Unidad para las Víctimas, HD Cinema Colombia, Diálogo Derechos Humanos, Movies That Matter, Universidad Cental, Impulsos films, ProimágenesColombia, el Centro de Memoria Histórica, entre otros.
¿Cómo fue el proceso de selección de las películas que se proyectarán?¿Qué criterios se utilizaron?
930 peliculas de 52 paises participantes llegaron a la convocatoria, que se cerró en febrero de este año. A partir de ahí un equipo de siete curadores duramos cuatro meses viendo el material. Encontramos historias y directores con una mirada crítica e investigaciones serias que le permitien al público llevarse una reflexión y una posición. Buscamos historias positivas y propositivas, que aborden los derechos humanos, que reinvindiquen los derechos de las víctimas, que nos inspiren a la defensa de los derechos humanos, más allá de las denuncias o los casos retratados con amarillismo. Estamos convencidos de que el púbico debe quedar con una reflexión en alto, más que con indignacion.
¿Cuáles son sus principales recomendados?
Todas las películas son importantes. Destaco La mujer de los 7 nombres, Mikele, Mujeres del caos venezolano, X500, Dad is pretty.
Hay un espacio de formación dentro del Festival, ¿de qué se trata?
Estamos enfocados en diferentes públicos en los escenarios del festival, entre ellos tendremos talleres de animación, stop motion, documental, introdución al sonido y largometraje de ficcion. Habrán talleres para líderes sociales y afrodescendientes. Impulsamos la formación y la producción a través de nuestros patrocinadores.
¿Qué temas se abordarán durante las charlas académicas del Festival?
Este año tenemos un total de veinte charlas que van a estar acompañando la selección oficial. Los temas son violencia de género, acceso a la justicia, diversidades sexuales. En esta edición hemos decidido enfocarnos en nuevas narrativas de la comunidad LGBTI, para descubrir cómo se narran a sí mismos a través de las diferentes herramientas audiovisuales. Abordaremos la problemática de los asesinatos a los líderes sociales. Tendremos charlas sobre educación, salud, el Proceso de Paz.
Vamos a tener una charla muy interesante en Soacha sobre la violencia y el abuso por parte de la policia a los jovenes. Por otra parte, tendremos una charla sobre una comunidad trans que viene de Chaparral a contarnos su proceso de liderazgo en una zona de conflicto y cómo se vive el proceso de repatacion. También tendremos una charla-entrevista-concierto con un acordionero que a través de sus composiciones nos cuenta parte del conflicto y la guerra que vivió.