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Tania Maku tiene ritmo
Tania Katiry Mosquera Moreno cantó el 20 de julio en el Malecón de Quibdó y por esos días todos quisieron saber de ella. Salió a relucir, entonces, que fue elegida a través de una convocatoria en Twitter; que les ganó a Kelcy, Shiralee, Yajaira y Lorleyvis, finalistas que también soñaron con cantar al lado de Juanes; y que hacía parte de Afrikantes, un proyecto chocoano de reggae y dancehall. Pero casi nadie habló de lo que fue y de lo que quiere ser, de sus sueños personales y de lo que espera en la música.
Sigue a Cromos en WhatsAppTania, que tomó prestado el Makú del sobrenombre que lleva desde los doce años su mamá Margarita, creció entre Quibdó, Bogotá y Medellín. De Quibdó se acuerda de las vacaciones en las que se sorprendía por la musicalidad y la facilidad de improvisación de la gente de su tierra, que se hacía acompañar del redoblante, el bombo y el clarinete. Eran días en los que dejaba a un lado sus estudios y los amigos de los colegios Simón Rodríguez y Colombo Sueco de Bogotá, para reunirse con sus primos músicos del Chocó, esa familia con la que descubrió en su propia voz sus ‘rasgos afro’, como define su tradición de raza negra.
Y es que ella es toda música. Ni siquera se contradice al estudiar Traducción en la Escuela de Idiomas de la Universidad de Antioquia, en Medellín. Porque la traducción surgió desde la música misma. En su casa siempre se oyeron ritmos de todo el mundo. Sus padres le llenaron los oídos de acordes de Aretha Franklin, Mariah Carey y Stevie Wonder… “de música viejita”, como le suena a Tania a sus 27 años. Eran canciones como Music box, de la Carey; I just call to say I love you, de Stevie Wonder, que aprendió muy pequeña... letras en inglés que de niña lograba reproducir fonéticamente, sin conocer realmente lo que decían. Por eso decidió estudiar idiomas, para volverlos música. Y también porque sabe que la cultura se descubre a través de lo que dicen las canciones.
De los cantantes colombianos admira a Andrea Echeverri y los Aterciopelados, a Andrés Cepeda y, por supuesto, a Juanes, el antioqueño, el de la tierra en la que ha vivido en los últimos seis años, el que la eligió entre 76 cantantes nacidas en Quibdó para interpretar Fotografía con él el día de la celebración de los 200 años de Independencia.
Su encuentro se gestó cuando Mauricio Mosquera, uno de los tres hermanos de Tania, le avisó de la convocatoria por Twitter. De una vez y sin pensarlo, a través del primer diario de noticias de Quibdó en internet, www.territoriochocoano.com, Tania envió un video casero en el que, acompañada con la guitarra de Wilmar Quevedo, cantaba Fotografía lentamente, a ritmo de son. Así, con sencillez, logró captar la atención de Juanes y sólo un par de semanas después recibió una llamada en su celular: “¿Por ahí está la niña que canta?”, preguntó Juanes. Entonces Tania supo que era la elegida. Sin embargo, no gritó, ni saltó. “Soy tranquila y no hago bulla de las cosas”, dice, y asegura que siempre anda con los pies en la tierra.
Y así, bien parada, quiere grabar un disco como solista el año que viene. Su estilo, según ella misma, es una variación de géneros tan disímiles como los alabaos de su tierra, el jazz, el blues y el hip hop. “Espero que mi disco sea una producción variada: como si tuviera un lado A más étnico y un lado B que vaya hacia el mundo”.
Aunque antes de hacerse visible gracias a Juanes Tania veía sus metas muy lejanas, hoy sigue despacio, trabajando con Afrikantes, el grupo con el que lleva cinco años cantando dance hall, hip hop, reggae, y hasta algo de ópera en vivo. “No me quedaré esperando a que Juanes haga algo por mí, aunque le dije que me voy a convertir en su dolor de cabeza para que me apoye”, dice. Mientras tanto sigue escribiendo, ‘maquetiando’ sus cosas, hasta que él regrese de su gira del Yerbatero.
Por ahora se le puede ver en Youtube cantando Desde el Caribe, la única canción que ha logrado grabar profesionalmente con su amor y compañero de música, Andrés King Lyon, una tonada que le habla a la vida, al amor, a la cotidianidad, al Chocó… //Son y rumba queremos cantar, un grito de esperanza que no se puede apagar//.
Así dice la canción, y así se siente Tania Makú, la chocoana talentosa que cantó con Juanes y ahora sueña con ser famosa.