El turismo lento está inspirado en el movimiento de la comida lenta de los años 80 y consiste en viajar con menos frecuencia pero durante un periodo de tiempo prolongado a un ritmo lento, lo que permite al turista vivir una experiencia profunda, auténtica y cultural.
La expectativa de los viajes es cada vez mayor en todo el mundo; sin embargo, en medio de la pandemia por covid-19 y la emergencia climática se ha vuelto indispensable prestar mayor atención al cuidado del medio ambiente. Consultamos a los lingüistas de Babbel, la plataforma educativa dedicada al aprendizaje de idiomas, sobre 7 términos que de seguro encontrarás en estos días de Semana Santa o en tus próximas vacaciones.
Nuevas clases de turismo
Turismo regenerativo: este enfoque tiene como objetivo no sólo hacer menos daño, sino también dejar un lugar mejor que el que encontramos. Significa reconocer que es posible ir más allá de la mitigación de los impactos negativos y generar beneficios sociales y ambientales positivos para las personas y los lugares al desarrollar acciones turísticas. Limpiar una playa, plantar árboles en un bosque o simplemente comprometerse a comprar solo productos locales, todas son oportunidades para devolver algo al destino que se visita.
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Turismo lento: inspirado en el movimiento de la comida lenta de los años 80, consiste en viajar con menos frecuencia pero durante un periodo de tiempo prolongado a un ritmo lento, lo que permite al turista vivir una experiencia profunda, auténtica y cultural. El viaje lento se asocia generalmente a prácticas sostenibles, teniendo en cuenta el impacto medioambiental, social y económico de los viajes. Así, los efectos negativos del turismo sobre el medio ambiente suelen mitigarse o reducirse, ya que los viajeros tienden a pensar y elegir de forma más consciente. Las palabras clave aquí son “experiencia” y “lentitud”; se opta por olvidarse de los aviones, tomar el camino más largo, salirse de las rutas habituales o dedicar tiempo a ampliar los conocimientos gastronómicos conociendo a los lugareños a través de su cocina local.
Enorgullecerse de viajar en tren (tagskryt): contribuyendo al movimiento de los viajes lentos, e inspirado por los esfuerzos de Greta Thunberg por abandonar los viajes en avión, nació el término sueco tagskryt. Con el mismo espíritu que el flygskam (vergüenza a viajar en avión), el train bragging pretende presumir con orgullo de los esfuerzos realizados para minimizar la huella de carbono viajando de forma más ecológica. De hecho, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el tren está reconocido como el modo de transporte motorizado menos contaminante. Esto fomentaría la segunda edad de oro del ferrocarril.
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Turismo comunitario: se trata de un tipo de turismo en el que las comunidades locales invitan a los turistas a sus casas, permitiéndoles conocer los hábitats y la fauna locales, así como celebrar y respetar las culturas, los rituales y la sabiduría tradicionales. Es una forma de turismo sostenible que permite a los viajeros establecer una estrecha conexión con el lugar que visitan. El hilo conductor de estas experiencias es que son totalmente de propiedad y gestión comunitaria, lo que significa que la estancia beneficia a la comunidad en su conjunto. Para ello, es esencial buscar comunidades que gestionen sus propias casas de huéspedes, organicen sus excursiones y den a los lugareños la oportunidad de interactuar con turistas en sus tierras. Ya sea viviendo en una aldea del valle de Madi en Nepal, o explorando el lago Victoria en Kenia.
Agroturismo: es una forma de turismo rural, cuando la agricultura y el turismo se unen para ofrecer una experiencia educativa, ya sea una visita a una granja, un rancho o una clase culinaria. Agricultores, ganaderos y bodegas están convirtiendo sus tierras en un destino y abriendo sus puertas al público para dar a conocer su negocio. El agroturismo es a veces un medio necesario para mantener muchas pequeñas explotaciones y esta forma de viajar suele beneficiar también a las comunidades circundantes al atraer a los turistas a la zona. Por ejemplo, los amantes del vino, pueden alojarse en una bodega, aprender sobre las variedades de uva locales, la producción de vino y, sobre todo, disfrutar de una cata de vinos.
Filanturismo: la filantropía asociada al turismo se denomina comúnmente “filanturismo”. Esta tendencia de rápido crecimiento en el mundo actual es una forma de turismo voluntario que consiste en elegir un destino necesitado de turismo. Los viajeros pueden elegir unas vacaciones o una experiencia para promover una causa, estimular la economía o realizar un voluntariado en la comunidad, garantizando que el viaje sea un factor positivo. Buscar lugares turísticos que se hayan visto afectados por una catástrofe natural o que hayan sufrido económicamente la pandemia es una buena manera de apoyar.
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E-albergue: la unión de “eco” y “alojamiento” es el e-albergue, un alojamiento respetuoso con el medio ambiente que se define tradicionalmente como un hospedaje que está firmemente comprometido con la minimización de su impacto en el medio ambiente. De esta forma, la sostenibilidad desempeña un papel crucial; hoy en día se espera que un lugar adopte los principios de la sostenibilidad, desde las iniciativas ecológicas hasta los programas de apoyo a la comunidad. Algunos elementos clave a considerar son la gestión de los residuos de comida, sistemas de ahorro de agua y medios de transporte alternativos.