Dave Castiblanco fue portada de revista Cromos/Foto: David Schwarz.
Para la gente que no lo conoce, ¿quién es Dave Castiblanco?
Soy un bailarín de danza contemporánea. Bailar me da equilibrio emocional, es una terapia, un manifiesto de mi identidad. Justamente esta idea la tiene el modelaje, siempre he sido muy tímido y las pasarelas me han ayudado a entablar mayor comunicación con otras personas que se interesan por lo que tengo para expresar.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Cómo fueron sus primeros pasos en el modelaje?
Un día una amiga me invitó a ser parte de su tesis, que consistía en una editorial de moda. Luego entré a la escuela de Stock Models, ahí me formé, pero no me agenciaron. Yo seguí en el cuento, haciendo fotos, buscando diseñadores que quisieran trabajar conmigo.
¿Cuáles son los techos de cristal que se encontró?
En el modelaje las chicas tienen que ser muy delgadas, los chicos deben medir mínimo 1.80 centímetros. Las marcas los buscan altos. Nunca me he identificado con los ideales de las personas que las agencias tienen en mente, lo mío es poder mostrar un lenguaje personal propio.
¿Qué busca con su imagen?
Quiero ser más que un modelo andrógino, que puede modelar de hombre y de mujer. Procuro que lo que estás viendo sea algo hermoso, que tenga armonía con las prendas, el maquillaje, la expresión.
¿El modelaje es una carrera que discrimina?
La moda es un lenguaje maravilloso, porque te permite expresarte de distintas maneras. Claro, mucha gente cuestiona porque muestro más mi feminidad. Siento que dentro del vestuario femenino encuentro diversidad. El vestuario masculino es aburrido, conservador, a mí me gusta jugar con lo diferente, lo nuevo, lo llamativo. Tengo una feminidad más desarrollada, pero con no me caso del todo con ella, me identifico con lo no binario, que es aquella persona que no se identifica ni como hombre ni como mujer, entiende que hay cosas dentro de su ser masculinas y femeninas. Estoy en el espectro de ambos.
¿Puede explicar más el concepto ´No binario´?
Inconscientemente caemos en la idea de la casilla, ser hombre o mujer es algo que persigue, cuando podemos ser diversos. Actualmente el problema es que se conoce poco acerca de las identidades, entonces las personas creen que solo existen hombres y mujeres. ¿Qué pasa con los trans y los intersexuales, qué van más allá de la mera construcción tradicional?
¿Para usted qué significa la masculinidad? ¿Le daría un cambio?
El problema de la moda en colombiana es que es netamente comercial, el modelo debe vender lo que está pegando, para eso lo contratan. Me gustaría que se mostraran diferentes masculinidades en los desfiles, diferentes prototipos en la cultura colombiana, apostaría por una exploración distinta en la tendencia y el color. Actualmente, vas a una feria y encuentras a los hombres vestidos de blazer, camisa, corbata y pantalón y ya. De pronto cambia el color, las líneas de la camisa. Falta riesgo, hay hombres que no se identifican con una sola masculinidad.
¿Qué le dice la gente que lo ve con sus pintas que mezclan distintas tendencias? ¿Se siente incómodo en la calle?
Ya no voy en contra de que la gente se quede mirándome, ya no voy en contra de que me hagan comentarios negativos. Antes, cuando no tenía el apoyo de mi familia, sí me afectaba, el apoyo de mi familia me da el valor suficiente para demostrar quién soy, ya no me victimizo por eso, es normal que las personas me digan “maricón”, “loca”, me he topado con los me miran feo. Una vez alguien se cambió de silla en Transmilenio. Hoy soy fiel a mis gustos y a mi manera de ver el mundo.
¿Sufrió matoneo en el colegio?
Después de que mi familia me aceptó, yo pasé la página del colegio, la olvidé. El día que vi la noticia del suicidio de Sergio Urrego, el alma se me partió en mil pedazos, porque volví a mi historia, volví al día en que estaba en el colegio solo, mirando el locker, sintiéndome como una basura, sin un mensaje qué decir. Sé que hay personas que pasan por eso, por eso es necesario educar, afortunadamente mi familia me apoya y puedo mostrarme tal como soy. Tengo amigos cuyos padres los han echado de la casa por defender su sexualidad.