Buscan a Turka, una perrita criolla que se perdió en Bosa Naranjos, Bogotá
Son muchos los perritos que se encuentran desaparecidos en Bogotá y por eso queremos que nos ayudes a encontrarlos.
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Sigue a Cromos en WhatsAppEsta perrita que lleva por nombre Turka lleva desaparecida más de 15 días y su dueña no para de buscarla por toda la ciudad.
Turka es criollita y su tamaño es mediano. Es de color café claro, tiene sus patitas, pecho y punta de la cola blancas, sus ojos son marrón, tiene lunares en el hocico.
Esta perrita sufre de los oídos y la piel y por eso se encontraba en tratamiento. Es muy noble y cariñosa.
Una de sus características principales es que tiene tatuaje en la oreja y cuando se extravió tenía un collar rosado.
Esta es su historia.
Buscan a Turka, una perrita criolla que se perdió en Bosa Naranjos, Bogotá
Turka tiene un año y 6 meses de edad y está esterilizada. El 28 de mayo, día que se extravió, tomó rumbo hacia el sector Bosa Naranjos en Bogotá.
Cuenta Yeraldin González, su propietaria, que la estuvo buscando por más de 6 horas pero no fue posible localizarla y le dieron algunas noticias sobre ella.
Algunas personas del sector indicaron que la vieron por la Avenida Ciudad de Cali con KR 77 sur donde para el alimentador 10-4.
Yeraldin cuenta que ya puso la denuncia en la Policía para que le ayuden a encontrar a su mascota o saber si alguien se la llevó.
“Ya no sé que más hacer, he pegado carteles, publicado hasta el punto de que Facebook me ha bloqueado acciones de compartir”, indica la joven.
Si has visto a Turka o tienes algún tipo de información sobre ella puedes contactar a su dueña a través del 3012741512.
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La historia de Turka, la perrita criolla extraviada
Cuenta Yeraldin González que en febrero de 2021 “nos tocó quedarnos encerrados por la pandemia y fue ahí cuando empecé a sentir el desgaste emocional de la vida”.
Pero cuando el Covid inició, dice ella que algo iluminó su vida y era Turka, “unas paticas blancas y unos ojos color marrón”.
Decidió ponerle ese nombre porque estaba planeando llevarla con ella a viajar a Turquía, “es nuestro sueño. Mi compañera de vida ahora es Turka, para mí es mi familia, es con quien hablo, le cuento como es mi día, cómo me siento, comparto mis debilidades y mis alegrías. Ese animalito, es realmente mi lugar seguro, donde todo siempre puede ser mejor”.
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