Cinco libros para iniciarse en la lectura

Mujer leyendo libro

Vida  
Patricia Engel

De Vida puede decirse que es un libro de relatos o una novela en nueve capítulos. Es la historia de Sabina, a quien sus compatriotas gringos la tratan de extranjera. Tampoco se siente tan colombiana como sus padres. Es un personaje que vale la pena descifrar. Son recurrentes las imágenes de la relación de Sabina con el sexo opuesto, su concepción de la amistad y la idea de que la patria de cada uno, la más grande, es la de los papás.

Mis documentos
Alejandro Zambra

Ocurre como con el libro Vida: cada cuento es el pedazo de la existencia de una persona, capaz de evocar en el lector los recuerdos propios (de cuando tuvimos nuestro primer computador, por ejemplo). La voz del narrador termina siendo la de uno, solo que más poética y secreta, capaz de despertar una nostalgia adictiva.  

El olvido que seremos 
Héctor Abad

Una obra que cada día se lee mejor. La historia contemporánea de Colombia metida en la relación de un padre y un hijo. Una escritura con la capacidad de alumbrar el espíritu y luego romperlo en mil pedazos. El legado del médico Héctor Abad Gómez, narrado por su hijo, no solo es un encuentro introspectivo. Es narrativa pura, precisa, circular. 

Estrella distante
Roberto Bolaño

Un piloto que escribe poemas en el cielo con el humo que suelta de su avión. Ese es Alberto Ruiz-Tagle, un hombre con doble identidad en el ocaso de Salvador Allende y en la llegada del militar Augusto Pinochet. Trabaja para el gobierno, se considera un autodidacta y también asiste a talleres literarios. Un día desaparece sin dejar rastro. Estrella distante se trata de su búsqueda. Como callecitas que bordean la trama principal están las historias de Juan Stein y Diego Soto, que lo conocieron, se cruzaron con él. Sus vivencias dan contexto a una novela que es otro prodigio del autor de Los detectives salvajes.  

La cabeza perdida de Damasceno Monteiro
Antonio Tabucchi

“Lo que llamó su atención es que no parecía un zapato viejo y abandonado, como se encontraban a veces en aquel terreno”. El gitano Manolo se despierta en la madrugada y sale en busca de un árbol para orinar. Parado con los pies estáticos, ve el zapato tirado. Sus ojos van ascendiendo por el pantalón, la camiseta azul en la que se lee 'Stones de Portugal' y se detiene en el cuello, porque más adelante no hay cabeza. ¿Qué pasó? Es muy entretenida.