Según la Asociación Colombiana de Neurología, aproximadamente 4.7 millones de personas sufren de esta enfermedad en Colombia.
Se estima que 3 mujeres por cada hombre sufren de esta enfermedad en el mundo. La migraña es una enfermedad intrínseca del cerebro que, además de dolor de cabeza, produce síntomas como nauseas, vómito, molestia a la luz y el ruido, lo que la convierte en la principal causa de discapacidad mundial en personas menores de 50 años.
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Este 12 de septiembre se conmemora a más de 1 billón de personas que padecen migraña en el mundo en el Día Internacional de la Acción Contra la Migraña.
El dolor de cabeza es el síntoma neurológico más prevalente en el mundo, pues la mayoría de las personas lo han experimentado alguna vez en su vida. Según la Asociación Colombiana de Neurología, aproximadamente 4.7 millones de personas sufren de esta enfermedad en Colombia, lo que significa una prevalencia de hasta 13.7% de ciudadanos con migraña y un alcance de hasta el 17.5% en mujeres.
Estas diferencias de género están relacionadas con factores hormonales y el factor más estudiado es la fluctuación en los niveles de estrógenos que la mujer experimenta a lo largo de la vida, ya que estos tienen un papel en la regulación de ciertas sustancias que están implicadas en la migraña.
Los eventos migrañoso se pueden controlar con algunos tratamientos que están destinados a detener los síntomas y prevenir ataques futuros. Dependerá de la frecuencia e intensidad de los dolores de cabeza y el grado de discapacidad que causen. Los episodios deben tratarse siempre de forma rápida, con un abordaje estratégico que tenga en cuenta la comorbilidad del paciente y la gravedad de la crisis.
¿Qué tratamiento existe para tratar la migraña?
Se han diseñado muchos tratamientos para atender la migraña. Los tratamientos usados para combatir esta enfermedad se dividen en dos grandes categorías: Tratamiento agudo, también conocidos como ‘tratamiento abortivo’, medicamentos que se toman durante los ataques de migraña y están diseñados para aliviar el dolor, la discapacidad y detener la progresión de la crisis migrañosa.
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Por otro lado, los medicamentos preventivos o profilácticos, que se administran regularmente, para reducir la intensidad o la frecuencia de nuevos episodios
El tratamiento profiláctico farmacológico debe ser valorado juiciosamente por parte de profesionales de la salud y también de los pacientes. Por lo general, se debe considerar cuando la calidad de vida está seriamente afectada, si el paciente sufre tres o más crisis de migraña por mes o si la respuesta terapéutica abortiva a las crisis de migraña es insuficiente. Este tratamiento tiene como objetivo fundamental reducir la frecuencia de las crisis y hacer que éstas sean más leves y, por tanto, más sencillas de manejar.
Según el Doctor Sergio Ramírez, reconocido neurólogo y neurofisiólogo colombiano “la migraña no es una enfermedad que cause la muerte, pero cuando se cronifica y sus episodios son muy frecuentes, produce una discapacidad importante, deteriorando la calidad de vida del paciente.
En algunas oportunidades la migraña puede complicarse produciendo infartos migrañosos o intensificando su cronificación. Por eso es importante consultar al médico y evitar factores desencadenantes como tomar vino o café, comer queso maduro o chocolate. Dentro de las terapias para tratar esta patología, destacamos los tratamientos profilácticos que son los encargados de prevenir el evento de migraña, ya que permiten reducir la incapacidad por esta enfermedad y desarrollar una vida normal”.
Para la doctora Yessika Milena Rojas Villegas, Médica Cirujana de la Universidad de Caldas y Neuróloga Clínica de la Universidad Militar Nueva Granada comentó que el impacto de la enfermedad va más allá de lo físico dado a los múltiples roles que las mujeres cumplen a diario y que cada vez son más demandantes, lo que hace que la enfermedad sea también individual, familiar y social.
“Durante los ataques, normalmente la persona está completamente incapacitada para realizar cualquier actividad cotidiana, como compartir con su familia, disfrutar de sus hobbies, hacer deporte o incluso trabajar, así que a nivel laboral la productividad también se ve reducida debido a dificultades de concentración, fotofobia y otros síntomas que impiden el desarrollo normal de sus labores”, comentó Rojas Villegas.