¿Cómo viven el sexo las personas sordas?
Para las personas que tenemos el privilegio de oír, los sonidos durante las relaciones íntimas son verdaderamente estimulantes.
Por Redacción Cromos
26 de enero de 2022
"Los ojos hablan, comunican. Además, se pueden usar vibradores para potenciar los estímulos sensoriales”: Mónica Solano.
Los sonidos durante una relación sexual agudizan las sensaciones. Cada uno los hace a su manera: gemidos, exclamaciones y hasta palabras sucias... Ruidos afrodisiacos que potencian un ambiente erótico e incluso el orgasmo. Pero esto solo ocurre en el mundo de aquellos que tenemos el privilegio de oír.
Te invitamos a leer más contenidos como este aquí
Lee también: Los mejores nombres para gatos y gatas este 2022
Para los sordos el asunto es diferente. Ellos no pueden recurrir a un susurro para calentar el ambiente. Tampoco tienen la posibilidad de indicarle a su pareja con palabras si hay algo que están disfrutando. No obstante, si reciben la educación adecuada, pueden encontrar otras maneras de comunicarse. Ante la ausencia de sonidos distractores, pueden concentrar toda su atención en los otros sentidos y, de esta manera, aumentar el placer.
Sigue a Cromos en WhatsAppEducación sexual
En su estudio La construcción de la sexualidad en adolescentes sordos y sordas, la psicóloga y sexóloga mexicana Magnolia Téllez Trejo asegura: “No existen diferencias biológicas y fisiológicas entre una persona sorda y una oyente respecto a su desarrollo sexual”. Sin embargo, la falta de una educación correcta en este aspecto puede poner ciertas limitaciones.
“La vida sexual en pareja de las personas sordas tiene grandes vacíos de información con los que se acostumbran a vivir–agrega Téllez–…Pocos se han preocupado por hacer llegar información verídica, no solo sobre los cuidados del cuerpo para la prevención de enfermedades y la reproducción, sino también sobre el placer”.
La sex coach Mónica Patricia Solano, fundadora y directora de Consexuarte, explica que las personas sordas viven una sexualidad diferente, ya que el sonido ayuda a crear una relación con el mundo afectivo. Sin embargo, agrega, esto no quiere decir que estas personas tengan malas relaciones sexuales. Simplemente son distintas.
Según el psicólogo Andrés Castro, el ideal es que esta población reciba información suficiente para que aprenda a potenciar otros sentidos. “El tacto y la visión son fundamentales, así como tener un canal de comunicación que ambos entiendan, que, además del lenguaje de señas, puede ser el escrito”.
A la posición de Castro se suma la de Solano, quien asegura que, para disfrutar de una vida sexual sana, placentera y sin complejos, es necesario tener una educación apropiada: “Es clave que los padres de jóvenes sordos les permitan acceder a una educación sexual completa y contactarlos con profesionales en el tema”.
Placer a la máxima potencia
Siempre hemos sabido que los ciegos tienen muy buen oído. Reconocen a las personas cercanas por la manera de caminar y saben el estado de ánimo de alguien con solo oír su voz.
Lee también: Viagra: la importancia de saber consumir al enemigo de la disfunción
Algo similar ocurre con los sordos: la energía que el cerebro no gasta en el oído la invierte en el sentido del tacto. Según un estudio de la Universidad de Washington, nuestra cabeza tiene una plasticidad asombrosa y ajusta sus procesos según el caso: quienes no oyen, ocupan con el tacto y las vibraciones esa región del cerebro que todos usamos para detectar sonidos. “Esto explica por qué los sordos pueden disfrutar los conciertos de música y por qué algunos llegan a ser grandes intérpretes”, dice Dean Shibata, profesor de radiología y líder de la investigación.
Las personas sordas, entonces, tienen la capacidad de sentir con mayor intensidad. Los sonidos que, en muchos casos, aumentan la excitación, también pueden distraer al sentido del tacto, que en términos prácticos es el primer responsable del orgasmo.
Cuando en estas relaciones se incluyen formas de comunicación diferentes al habla, aquellos con discapacidades auditivas pueden tener experiencias sexuales incluso más placenteras que las de las personas que oyen, ya que se expresan a través de miradas y señales táctiles, como apretar la mano de su pareja, un roce o un movimiento estratégico.