El cáncer de mama es una de las enfermedades que más indices de mortalidad tiene dentro del género femenino, muchas mujeres lo detectan porque al momento de palpar debajo de su axila sienten una especie de “bulto” o “masa” que indica que existe una irregularidad en sus cuerpos.
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Sin embargo, no solo por medio de esta sintomatología se puede hacer referencia a esta enfermedad. A continuación, enlistamos otros factores que pueden evidenciar la presencia de esta patología:
Piel con escamas
Tu piel empieza a adquirir un aspecto mucho más áspero, comienza a cambiar de tonalidad y es muy probable que esta se parezca a la cáscara de una naranja. La resequedad, es el primer indicio para que notes que algo no anda bien, y que esta “pequeña” irregularidad puede desencadenar varias anomalías en tu sistema.
Aparición de líquido con sangre
No es normal que si no se está lactando salgan líquidos de los pezones. Aunque algunas veces puede salir líquidos por infecciones, cuando empieza a salir sangre de los pezones, sin siquiera tocarlos, puede indicar que se padece de cáncer de mama, por lo que se hace necesario realizar una mamografía que revelará la etapa en que se encuentra la enfermedad.
El pezón cambia de posición
Cuando la aparición de masas es evidente en los senos, los pezones empiezan a irse hacia adentro, perdiendo su forma original, haciendo que su aspecto se deteriore, de tal forma que comienzan a sustentarse los estudios, que revelan que el 7% de las mujeres diagnosticadas con este tipo de cáncer, se asocian con la deformación de sus pezones.
Cambia la forma de tus senos
Aunque en ocasiones nuestros senos se ven de diferente tamaño por factores como la menstruación o la ovulación, en ocasiones la aparición de masas en ellos, hace que se comiencen a deformar y se presente un ligero dolor, que debe ser consultado de inmediato al médico, ya que podría ser uno de los primeros síntomas para descubrir la enfermedad.
Foto: Google con derecho a reutilización