Dime a qué hueles...
Un olor nos remite a momentos y sitios inexplicables. Las personas no huelen igual y ese aroma, al que casi todas las mujeres le invierten tiempo y mucho dinero, ha enloquecido a un gran número de hombres a través de toda la historia. Cleopatra lo sabía perfectamente y por eso usaba hierbas y flores para darle esencia a su baño y a su belleza. Su plan resultó y Julio César y Marco Antonio cayeron rendidos a sus pies. Los griegos, que también sabían de belleza, creían que el perfume era un don de Venus, y gastaban muchas horas embelleciéndose diariamente; usaban, por ejemplo, los aromas para diferentes partes del cuerpo: menta para los brazos, mejorana para los cabellos, aceite de palma para el pecho, tomillo para las rodillas y aceite de orégano para las piernas y los pies.
Por todo esto hay que sacarle provecho a ese pequeño frasco para que dure y tenga el efecto deseado. La respuesta a por qué cada perfume reacciona diferente en todas las pieles es por el pH. Las esencias que se usan para la elaboración de estas fragancias responde de manera distinta según el nivel de acidez y por eso la variedad de olores. El truco es saber elegir y aplicar. Ponga en marcha los siguientes consejos y seguro por donde pase dejará su aroma por un buen par de horas:
Sigue a Cromos en WhatsAppComo el calor ayuda a esparcir y ampliar el aroma, las fragancias deben aplicarse en la zona más cálida de la piel (donde late el pulso) o donde haya buena circulación de sangre: tras las orejas, en la clavícula, las muñecas y tras las rodillas.
- Ubique el frasco a unos 20 centímetros de la piel.
- Cuando se aplique el perfume no hay que frotarse la piel, porque altera el olor y la duración.
- Si le gusta aplicarse el perfume sobre la ropa, haga una prueba. Hay fragancias que manchan algunas prendas de forma irreparable.
- No se le ocurra mezclar más de una fragancia, eso también altera el desarrollo de la esencia y la mezcla de olores no resulta nada atractiva.
- No aplique el perfume directamente sobre la ropa o las joyas porque pueden mancharse.
- Cuando se vaya a broncear o a tomar el sol no se ponga perfume nunca. Las fragancias reaccionan con la luz ultravioleta, irritando la piel y provocando manchas en la piel.
- Para prolongar los aromas es conveniente usar productos complementarios de la misma fragancia, como son los geles, jabones, talcos, desodorantes.
- Use el perfume con el que mejor se sienta, si quiere compre muchos, pero tenga uno que sea el que la identifique.
Olores a flor de piel:
Las flores son la esencia usada en los perfumes por naturaleza. Hacen que vayan teniendo personalidad: dulce, fresco, exótico, romántico, femenino, divertido, sexual y sensual. Acá un ejemplo que le ayudará a identificar su perfume:
- Madreselva: Tiene un aroma parecido al azahar, fresco y casi frutal.
- Orquídea: A pesar de que las orquídeas no suelen ser olorosas, una de sus especies aporta delicadas esencias con olor a vainilla, muy apreciadas en perfumería.
- Rosa y palo de rosa: La rosa es la reina de las flores, y su esencia está presente en la mayoría de las esencias. Tiene una fragancia fuerte, algo especiada e inconfundible. El palo de rosa es muy utilizado en aromaterapia por sus propiedades relajantes y regeneradoras.
- Azahar: Es la flor de la naranja y del limón. Tiene un aroma dulce y penetrante, al que se le confieren incluso propiedades hipnóticas.
- Lavanda: Unido al pachulí o vetiver es el componente principal de las fragancias masculinas, por su intensidad y limpieza de su fragancia. Herbal y relajante, es un olor típico mediterráneo.
Foto: iStock.