Dicha esposición favorece la producción de NAD (nicotinamida adenina dinucleótido), esencial en el metabolismo del cuerpo, dando energía y vitalidad, al tiempo que desacelera el envejecimiento. A estas horas de la mañana la acción del infrarrojo cercano produce, entre otras cosas, un efecto antiinflamatorio a nuestro organismo.
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La energía solar a tempranas horas ayuda a desintoxicar
También ayuda en los procesos de desintoxicación. Como si fuera poco, nuestro emisor de luz en el sistema solar genera al exponernos óxido nítrico en venas y arterias, fundamentales para mantener una sana presión arterial y una buena salud cardíaca, entre otros beneficios.
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La vitamina D, indispensable para la salud ósea e inmunológica, que ya se considera una hormona, depende de su exposición de manera directa sobre la piel descubierta. El sol es mayor al mediodía que en las horas tempranas. Por eso es esencial cubrir con una gorra o visera, además del uso de bloqueador en el rostro, dejando descubiertas por unos 10 a 20 minutos otras áreas del cuerpo, como brazos y piernas.
Cuidado con las quemaduras
Debes evitar las quemaduras generadas por sobreexposición en las horas donde la sombra proyectada es de menor tamaño que el cuerpo. La exposición temprana y diaria, incluso acompañada de prácticas de saludo al sol, como el yoga Surya Namaskar, es segura y muy saludable.
Así que no le huyas al sol, asiste a su encuentro cada día sabiendo los momentos ideales, con precaución en los otros, respetando el tipo de piel y adaptándote a la zona donde vives. Los rayos solares, bien empleados, son fuente de salud y bienestar, ¡aprovéchalos!
Autor de la columna: Santiago Rojas Posada.