El amor puede ser exclusivo, el sexo no
El testimonio de unos novios que comparten su sexualidad con otras personas es una invitación a experimentar, siempre que haya sinceridad.
Por Carlos Torres
28 de marzo de 2017
El amor puede ser exclusivo, el sexo no
“Las parejas viven equivocadas, porque la monogamia es insostenible”, opina José Antonio Morales. Lo dice con firmeza y sin altivez, acompañado de su novio Ricardo López. Hay orgullo en sus palabras. Parece un portador de buenas noticias, que acaba de descubrir un tesoro escondido. “La monogamia es sofocante. Los hombres y las mujeres en una relación seria, sea cual sea su condición sexual, quieren acostarse con otras personas y se ven en la obligación de reprimirse”.
Viven juntos hace año y medio. Se conocieron mientras cursaban un posgrado en Bogotá y ahora son profesores universitarios en Cali. Todavía no contemplan casarse, pero a los ojos de la ley ya son una familia. Cuando buscan placer en otros no hay crisis; al contrario, estas experiencias las viven en armonía plena. “En nuestro caso la poligamia es acordada. Es un momento que nos regalamos”.
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Probar un trío
José Antonio y Ricardo encuentran la poligamia en los tríos. A su juicio, cuando el sexo se comparte entre tres, la relación se renueva y gana confianza, porque toca valores como la sinceridad. “Un trío es un acuerdo que funciona cuando los involucrados realmente lo quieren practicar, porque si lo haces por complacer a tu pareja, corres el riesgo de equivocarte”, explica el sexólogo Ezequiel López, quien diferencia a las parejas polígamas de las liberales: “Las primeras tienen varias parejas afectivas y sexuales, con las que incluso pueden tener hijos, las segundas solo están dispuestas a abrir la mente a la experimentación”.
La primera vez que José Antonio tuvo un trío con su novio fue en una noche de copas, en compañía de un amigo en común. Sin planearlo, se dejaron llevar por sus instintos, pero muy conscientes. Lo vivieron sin pensar en consecuencias negativas. ¿Por qué habrían de tener miedo al día siguiente? ¿Quién dice que un trío ponía en riesgo su relación? En vez de sembrar dudas, el encuentro fortuito sirvió para plantearse otro espacio. Quedaron con ganas de seguir explorando. Sin saber cómo conseguir a un compañero, descargaron Grindr en su celular, una aplicación en las que los homosexuales encuentran otros hombres.
“En Grindr creas un perfil, en el que puedes dar pistas del tipo de hombre que quieres. Funciona con GPS y rastrea a los usuarios que estén a tu alrededor. Para que puedas iniciar un chat, desde luego que la otra persona también se debe interesar en ti”. De la atracción física depende el encuentro. Y de que busquen lo mismo. “La mayoría de ocasiones nos hemos encontrado con chicos, cuya belleza corresponde a la de la foto. Pero una vez llegó uno que no nos gustó. Fue un momento incómodo, porque le dijimos que no queríamos tener nada con él”.
El valor de los acuerdos
Las parejas liberales fijan sus propios límites. José Antonio y Ricardo no tienen contemplado tener relaciones con otras personas por su cuenta. Les resulta peligroso por ser un acto individual no pactado. “Que se vaya cada uno con otro atentaría contra la confianza. Nuestra bandera es vivir la sexualidad compartida”.
Es difícil determinar la frecuencia con la que practican los tríos, pueden ser una vez al mes o cada tres meses. Si fuera un ritual sistemático, según José Antonio, podrían volverse dependientes y a ese punto no quieren llegar. La clave para tener una sexualidad más allá de la pareja es saber que el amor y el sexo se pueden separar como si fueran dos sustancias de laboratorio. “Debemos abrir la sexualidad. No está mal acostarse con otras personas si estás en una relación de enamoramiento", afirma Ezequiel López. "Como sociedad apenas nos estamos preparando para las parejas liberales, no para la poligamia. Ya es ganancia que las parejas empiecen a planteárselo. Vivimos con una idea limitada de sexualidad y la vida es muy corta para no atreverse a desafiar los modelos”.
¿Qué es el poliamor?
“Es un término más amplio que la poligamia, en el que caben las seis formas del amor. Aquellas personas que tienen parejas en simultáneo buscan diferentes alternativas. El eros, que se refiere a la pasión, o el amor lúdico, que es el juego sexual sin compromiso. Está el storge, que surge a partir de una amistad previa; y amor pragmático, enmarcado en aquel que es buen partido por su posición socioeconómica. El amor vanidoso está vinculado a los inseguros y posesivos. Y el amor ágape es integral, se fundamenta en el bienestar mutuo”: Liliana Arias Castillo, sexóloga clínica.
Foto: iStock.