Los investigadores encontraron que el consumo de azúcar no tiene prácticamente ningún efecto sobre el estado de ánimo, independientemente de la cantidad que se consume o si las personas participan en actividades exigentes después de tomarla. Además, las personas que consumían azúcar se sentían más cansadas y menos alerta que las que no lo hacían.
La profesora Elizabeth Maylor, de la Universidad de Warwick, ha comentado que esperan que los resultados de sus investigaciones "ayuden a las políticas de salud pública para reducir el consumo de azúcar".
Por su parte, el doctor Konstantinos Mantantzis, director del estudio, ha reconocido que "la idea de que el azúcar puede mejorar el estado de ánimo ha sido ampliamente influyente en la cultura popular, tanto, que las personas de todo el mundo consumen bebidas azucaradas para estar más alertas o combatir la fatiga. Nuestros hallazgos –precisa– indican muy claramente que tales afirmaciones no están fundamentadas; en todo caso, el azúcar probablemente lo hará sentir peor".
La doctora Sandra Sünram-Lea ha concluido que "el aumento de la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico en los últimos años evidencian la necesidad de estrategias dietéticas para promover un estilo de vida saludable a lo largo de la vida. Nuestros hallazgos indican que las bebidas azucaradas o los refrigerios no ofrecen una 'recarga de combustible' rápida para que podamos sentirnos más alerta", advierte.