El peligro aparece por el lado de la sextorsion, término utilizado para denominar la extorsión por videos de contenido sexual. Para evitar esta exposición pública, el especialista consultado recomienda no filmar el rostro y si se hace hacerlo con una máscara que no revele la identidad.
Nunca antes estuvo más de moda la actividad sexual a través de una cámara web, y aunque se asocia con un pago en dinero a cambio de placer, el término se puso en la práctica de muchas parejas o bien para reactivar la relación y darle emoción, o para salvarla del tiempo de aislamiento al que el mundo se ha visto sometido.
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Sigue a Cromos en WhatsAppHay más. Para el sicólogo y sexólogo Ezequiel López, las proyecciones de los cuidados posteriores a la cuarentena, apuntan a relaciones virtuales, lo que convertiría al sexcam en el rey de las nuevas formas de tener intercambios sexuales. “La gente va a empezar a restringir el contacto físico, y el contacto sexual por estos medios va a ser mucho mayor”.
Aunque representa un gran beneficio para las parejas distanciadas socialmente, no es exclusivo de estas. “Se puede dar a través del uso de una cámara web a través de un teléfono o un computador con Internet y puede ser en el contexto de una pareja estable o no, de personas que se conocen, o en el marco de una relación de dos desconocidos”, afirma López.
Para el especialista, otro asunto interesante que trae la práctica del sexcam es que se vuelve un agente motivador entre las parejas. También puede pensarse como algo que no tiene que ser en vivo, sino que puede ser filmado y enviado a la pareja durante el día, incluso estando en la misma ciudad y hasta conviviendo. Es dar ese momento para poder provocar al otro. Es utilizar la tecnología para conectarte con tu sensualidad”, agrega el experto.
La vergüenza no tiene cabida en este tipo de prácticas, justamente porque está la cámara y no la mirada del otro de manera directa. Como lo expone el sexólogo podría incluso animar a la desinhibición y oxigenar la relación. “El miedo no está ahí. Está quizás en la exposición, porque dicho material, por una cuestión intencional de venganza o casualmente, puede terminar en manos equivocadas y hacerse público. Por eso, es mejor evitar filmarse el rostro, y si deseas hacerlo usa una máscara o antifaz, que además puede contribuir al juego de la seducción”, finaliza López.
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