El top de las dietas más peligrosas para perder peso
Estas son algunas de las dietas milagro más peligrosas, en donde tener menos grasa, reducir la ingesta de carbohidratos, tomar solo líquido o, incluso ingerir parásitos y bolas de algodón, son lo más característico.
Por Valeska Noriega Londoño
08 de junio de 2018
Imagen: Pixabay / Ilustración: El Espectador
Es cierto que llevando una dieta sana, balanceada, acompañada de ejercicio y asesorada por un experto, se puede lograr un cuerpo más delgado, si este es el objetivo de hacer dieta.
Verse y sentirse bien, se ha convertido en el objetivo de muchos. Sin embargo, hay que tener cuidado con las dietas milagro, pues, aunque prometen bajas exageradas de peso en muy poco tiempo, llevarlas a la práctica podría tener efectos dramáticos, desde padecer de estreñimiento y perder el cabello, hasta sufrir de colesterol alto, acidez, y daños en la flora intestinal.
Estas son algunas de las dietas milagro más peligrosas, en las que tener menos grasa, reducir la ingesta de carbohidratos, tomar solo líquido o, incluso ingerir parásitos y bolas de algodón, son lo más característico:
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No comer nada durante la mañana, el día entero o incluso la semana, es la peor decisión de todas. Con esta dieta no se acelera el proceso de adelgazamiento, sino que se altera el organismo, hay disminución de energía y aumento de ansiedad. Con el ayuno se pierde líquido, el cual se recupera fácilmente, y no grasa, que permite perder volumen de forma prolongada.
Con el ayuno, la movilización de grasas en el organismo genera cuerpos cetónicos con el fin de obtener energía. También se movilizan proteínas corporales que conllevan a una degradación de la masa muscular y con ello, altos niveles de ácido úrico.
Esta dieta consiste en “desintoxicar” el organismo mediante la ingesta de jugos, infusiones, frutas y verduras crudas. Su objetivo se basa en eliminar el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas. Y aunque se cree que esto ayuda a sentirse más liviano y delgado, la función de desintoxicar no la cumplen los alimentos que se ingieren, sino los órganos del hígado y los riñones.
La primera fase promete perder entre cuatro y cinco kilos en menos de un mes, pero lo que realmente sucede es que, al ingerir solo sopas, batidos y zumos de fruta, el cuerpo pierde masa muscular y líquidos, los cuales se recuperan con facilidad, ya que al ser una dieta depurativa no elimina la grasa acumulada, sino que la incrementa, pues los líquidos permitidos suelen ser ricos en contenido de azúcares simples provenientes de las frutas, que al no ser digerido por el organismo, simplemente, se transforma en grasa.
De esta manera, se promociona como una opción que estimula la circulación sanguínea y reduce la ingesta de calorías, brindando beneficios para sanar el cuerpo por dentro y por fuera. Pero una dieta détox constante, por ser rica en agua, minerales y vitaminas, puede causar un desequilibrio con electrolitos como el calcio, el sodio o el potasio. Propicia desde malestares gastrointestinales y mareo, hasta fallos cardiacos y la muerte. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los jugos no son malos, pero es importante incluir alimentos variados para planificar una dieta saludable.
Los especialistas recomiendan para una buena depuración renal después de un periodo de excesos, llevar una dieta libre de azúcares refinados y grasas saturadas, baja en sal y rica en agua, frutas y verduras, que favorezcan la producción de orina. Y para proteger el hígado, una dieta pobre en alcohol y rica en vitamina C que evita formación de piedras en la vesícula, en fibra, para evitar la concentración de colesterol en la bilis y, en antioxidantes, con el fin de equilibrar la formación de radicales libres resultantes de los procesos metabólicos.
Fue creada por el dietista francés el Dr. Pierre Dukan (1941). Consiste en el consumo masivo de alimentos ricos en proteínas. Se compone de cuatro fases, cada una con objetivos distintos que varían de acuerdo con el peso que se quiera perder. Así, en las dos primeras fases, se espera perder peso rápidamente, y en las dos últimas, mantenerlo.
En la primera fase, solo son permitidos los alimentos ricos en proteínas y su duración es de aproximadamente 10 días; en la segunda fase, se alternan días en los que se permite la ingesta de verduras; en la tercera fase, luego de llegar al objetivo deseado, se estabiliza el peso y progresivamente se vuelven a ingerir alimentos ricos en carbohidratos; en la última fase, es permitido comer con normalidad. Todas las fases deben estar acompañadas de actividad física para que sean efectivas.
Dentro de esta dieta, se permite el consumo de 100 alimentos diferentes, en donde 72 son ricos en proteínas y los 28 restantes, son una variedad de verduras con un bajo contenido de glucosa. Adicionalmente, se permite la ingesta de salvado de avena, que estimula la digestión y da sensación de saciedad, ya que, por sus componentes, esta dieta puede generar estreñimiento y problemas digestivos.
Por su estricto régimen y gracias a que funciona debido a la ausencia de nutrientes importantes para el organismo, la dieta Dukan es desequilibrada y ha sido catalogada como peligrosa para la salud. Por su alto consumo de proteínas, supone un exceso para el metabolismo, que puede desembocar en problemas renales, desequilibrio de calcio en los huesos, aumento en los niveles de ácido úrico en la sangre, riesgo de ataques al corazón y apoplejía.
Es la dieta baja en carbohidratos. El objetivo consiste en restringir, definitivamente, la ingesta de alimentos con almidón, entre los que se encuentran: el arroz, la pasta y las papas, y consumir, en su lugar, solo proteínas y grasas, como el pescado, los huevos y la leche. Así como la dieta Dukan, esta dieta se rige bajo la creencia de que la proteína produce mayor sensación de saciedad que los hidratos de carbono.
Por lo que se basa en un consumo de carbohidratos que no debe superar los 100 gramos al día ni suponer un porcentaje mayor al 20% del consumo total de energía diario. La grasa debe estar entre el 55% y 60% y el resto de consumo de energía provenir de la proteína. Las frutas y verduras son permitidas, pero suponen tan solo una pequeña parte del consumo total.
Los especialistas en nutrición no recomiendan este tipo de dietas bajas en carbohidratos, ya que no hay gran variedad de alimentos y, a largo plazo esta limitación desequilibrada causaría graves carencias nutricionales, colesterol y, complicaciones en los riñones.
Esta dieta fue tendencia a principios del siglo XX. Y como su nombre lo indica, se trata de ingerir un tipo de gusano llamado tenia, por medio de cápsulas donde se encuentra. Una vez en el organismo, el gusano se come todos los alimentos que ingiere la persona. De modo que, a largo plazo, esta dieta podría causar la muerte.
- Las bolas de algodón -
En este peligroso método para perder peso, el objetivo es llenarse de bolas de algodón que, además de no tener porcentajes calóricos, llenan el estómago produciendo una falsa sensación de saciedad sin haber consumido alimento alguno, que más adelante, se convierte en sufrimiento digestivo.
Consiste en remojar pequeñas bolas de algodón en zumo de naranja e ingerirlas poco a poco, con el fin de llenar el estómago y no comer nada más, o de llenarse y poder consumir solo una pequeña porción de alimentos.
Sin embargo, esta dieta resulta muy peligrosa si se tiene en cuenta que el algodón comercial está hecho de fibras blanqueadas de poliéster, un material que el cuerpo humano es incapaz de digerir, por lo que se acumula en el tracto gastrointestinal, y a medio y largo plazo, acaba tapando la mucosa esencial para una buena digestión, produciendo obstrucciones intestinales.
Es probable que más adelante, si vuelve a una dieta convencional, esta práctica se derive en complicaciones digestivas mayores, pues las bolas se unen y no hay manera de separarlas una vez dentro del organismo.