Elon Musk, fundador de SpaceX y director ejecutivo de Tesla Inc.
Podemos decir que hay muchas personas dentro de Elon Musk. El sudafricano tiene algo de Bill Gates, Jeff Bezos, Isaac Asimov y hasta de Tony Stark. Quizás por eso el tamaño de su leyenda crece como si se tratara del precio de un bitcoin. El año de la pandemia se convirtió en el hombre más rico del mundo y su proyecto de colonizar el espacio en tiempo récord agigantan su imagen de empresario revolucionario.
¿Cómo es su rutina? es una de las preguntas frecuentes de los interesados en su vida. A la fecha es un misterio, pero él la matiza con datos que cada tanto la aterrizan. En una oportunidad dijo que en su juventud llegó a descansar muy poco. De hecho, lo hacía debajo de su escritorio en la sede principal de Tesla. Esos años de sacrificio quedaron atrás, pues el magnate que de niño leyó novelas de ciencia ficción recientemente aclaró cuánto duerme al día para continuar siendo hiperproductivo.
Sigue a Cromos en WhatsAppLe puede interesar: Jennifer Gates: “lamentablemente, la vacuna no implantó al genio de mi padre en mi cerebro”
Sus respuestas al podcast The Joe Rogan Experience tuvieron un efecto Musk. Es decir, se viralizaron. “Trabajo mucho. Normalmente estaré en reuniones en el trabajo hasta la 1 o 2 de la mañana. Sábado y domingo normalmente no, pero en ocasiones sí”, manifestó el físico de 49 años. También aclaró que para estar al frente de la automotriz Tesla, la empresa de fabricación espacial SpaceX y la compañía de neurotecnología Neuralink, necesita dormir 6 horas al día.
“Intenté hacerlo menos, pero luego la productividad total disminuye. No me siento con ganas de dormir más de 6 horas”, reveló Musk, que también dedica dos días en la semana a la práctica del deporte.
Lea también: Optocosmética, el cuidado de los ojos
Su última excentricidad fue proponerle a Vladimir Putin una reunión a través de la aplicación Clubhouse, en la que normalmente se citan multimillonarios con proyectos en común. El pasado 16 de febrero mandatario ruso aceptó la invitación, aunque hasta el momento es un misterio los motivos de una posible reunión. Las especulaciones están sobre la mesa.
