La empanada es más que un simple antojo; es un símbolo cultural en Colombia. Su historia se remonta a la época de la conquista, cuando los españoles la introdujeron, y desde entonces ha evolucionado, adoptando sabores y formas que reflejan la diversidad del país.
Pero más allá de sus variantes, un nuevo debate ha surgido: ¿existe una forma correcta de comerse una empanada? Carmiña Villegas, experta en etiqueta, asegura que sí, y sus recomendaciones han dado mucho de qué hablar.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Cómo se come una empanada según la etiqueta?
Para Villegas, la empanada debe sostenerse con los dedos pulgar, índice y medio. No se debe usar una servilleta para envolverla como un burrito ni para retirar el exceso de grasa. Según la experta, si considera que la empanada es demasiado grasosa, lo mejor es no consumirla.
Otra de sus recomendaciones es sobre el uso del ají. Este condimento, popular para acompañar las empanadas, debe aplicarse con una cuchara, pero sin que esta toque el alimento. “Sumergir la empanada en el ají no es apropiado; se corre el riesgo de perder el control de la cantidad y la presentación”, explicó Villegas.
Además, la experta sugiere que la empanada se coma en pequeños bocados para disfrutarla mejor y mantener la elegancia. “Tampoco se deben chupar los dedos ni hacer bolitas con la servilleta usada. Todo debe ser discreto y limpio”, añadió.
¿Por qué importa la etiqueta al comer una empanada?
En un país donde las empanadas son el snack por excelencia, hablar de etiqueta podría parecer exagerado. Sin embargo, para Carmiña Villegas, estos detalles reflejan respeto por el alimento y por quienes lo comparten.
Además, sabiendo que la imagen personal juega un papel clave ante las relaciones sociales, aplicar estas recomendaciones podría marcar la diferencia en eventos sociales o encuentros casuales.
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¿Romper o seguir las reglas?
Aunque muchos podrían considerar que estas reglas son innecesarias, Villegas asegura que no busca imponerlas, sino invitar a reflexionar sobre los pequeños detalles que rodean la experiencia gastronómica. Para ella, la empanada no solo alimenta el cuerpo, sino también la identidad cultural.
Por supuesto, comer empanadas seguirá siendo una experiencia subjetiva. Mientras unos preferirán seguir estas recomendaciones, otros disfrutarán romperlas, sumergiendo la empanada en ají sin restricciones o envolviéndola con la servilleta. ¿Y usted, cómo se come su empanada?