Estudio demuestra que las mujeres prefieren a los hombres sin barba.
¡La barba, oh divino tesoro facial de los hombres! Este rasgo que despierta más de un suspiro, históricamente era símbolo de fuerza e incluso en la Grecia Antigua se castigaba como acto de debilidad a quienes se atrevieran a eliminar el bello facial.
Los faraones egipcios por ejemplo, usaban largas barbas para trenzarlas con hilos de oro y demostrar con ellas su infinito poderío, bien afirmaba el dramaturgo Moliére que «del lado de la barba está el poder». Sin embargo la moda neoyorkina adoptó la barba como una tendencia de estilo, convirtiéndose en la salvación para hombres que lucían exponencialmente mejor. Ha sido tal el alcance de esta moda que en Nueva York los implantes de barba llegan a costar 5.300 euros.
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Pese a que en el 2013 una pareja de investigadores australianos demostraron que las mujeres se sentían más atraídas por hombres con barba de tres días, el profesor Rob Brooks, director del Centro de Evolución y Ecología de Investigación en la Universidad de Nueva Gales del Sur, demostró que en la variedad está el placer y por eso entre más popular sea su uso menos atractiva e impactante será.
Para el estudio fueron citados 36 hombres, cada uno de ellos fotografiados en cuatro momentos: afeitados, con barba de cinco días, con barba de 10 días y con barba completa.
¿Los resultados? Al parecer la moda que se ha extendido hasta rincones del mundo ya no resulta tan novedosa e impactante al ojo crítico.