Monte Manglar ha emergido como una verdadera joya en el universo de los destilados artesanales en Colombia. Desde su fundación, esta marca no solo ha traído al mercado un producto de alta calidad, sino que ha logrado lo que muchos consideraban imposible: vincular tradición y negocio en un modelo de colaboración efectivo que impacta positivamente a la comunidad del Pacífico colombiano.
Esta iniciativa fue creada gracias a la colaboración entre la empresa Fugitivos y la familia González Biojó, una destacada familia de vicheros de Tumaco, Nariño, con más de 40 años de experiencia en la producción del viche. Desde el principio, Fugitivos se propuso honrar y revitalizar las tradiciones del Pacífico, otorgando un espacio a los saberes ancestrales en el mercado moderno.
Sigue a Cromos en WhatsApp“Con Monte Manglar, esta visión se ha hecho tangible a través de una asociación en la que cada parte contribuye desde sus fortalezas. Nuestro enfoque se basa en honrar y fortalecer el legado del viche, mientras planteamos dinámicas sostenibles a nivel económico para los productores.” comenta Juan Sebastián Salinas, cofundador de Fugitivos.
Así, esta marca no solo se distingue por la calidad de su destilado, sino también por un modelo que prioriza la autonomía de sus productores: la familia González Lafaux mantiene el 60% de la propiedad de la marca, garantizando que los beneficios económicos se queden en la comunidad.
Don Ruperto, maestro vichero del Pacífico colombiano.
Trabajo y respeto por la tradición: los valores de Monte Manglar
Ahora bien, la apuesta de Monte Manglar no se limita a la producción, sino que va más allá al formalizar una estructura que garantiza calidad y sostenibilidad a largo plazo. Con una inversión de más de 600 millones de pesos en infraestructura y capacitación, Fugitivos ha apoyado la construcción de una microdestilería en Soledad Curay, Tumaco.
Esta infraestructura ha generado empleo local y ha dado a la familia González Lafaux las herramientas para perfeccionar su técnica y, al mismo tiempo, profesionalizar la operación. La capacitación técnica y empresarial que reciben asegura que cada integrante de la familia no solo conoce el arte de la destilación, sino también el manejo del negocio, permitiendo que Monte Manglar sea una marca sostenible y con proyección internacional.
En un contexto donde el viche ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, esta marca ha jugado un rol importante en el fortalecimiento de esta industria. Cumpliendo con la Ley 2158 de 2021 y la Resolución Conjunta 113 de 2024, la Monte Manglar no solo respeta la tradición, sino que promueve un entorno de transparencia y cumplimiento normativo. Cada botella es sometida a rigurosas pruebas de calidad en laboratorios certificados, asegurando un producto seguro y auténtico para el consumidor.
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Así, esta marca nacida en el corazón del Pacífico colombiano se perfila como una de las iniciativas más visionarias en el mundo de los destilados artesanales en Colombia. Con un crecimiento en ventas del 5% en el último trimestre de 2024 y una proyección de expansión responsable en 2025, la marca demuestra que es posible unir tradición e innovación, respetando y fortaleciendo el legado cultural del viche.
Inspirados por modelos internacionales de productos como el tequila y el pisco, Fugitivos y Monte Manglar están decididos a posicionar el viche colombiano en un espacio de reconocimiento global. En el horizonte, la marca tiene como objetivo la formalización completa del viche, una meta que permitirá asegurar su sostenibilidad en el mercado y su permanencia como símbolo de identidad cultural del Pacífico colombiano.
