La sandía es la fruta del verano por excelencia. Sus propiedades refrescantes, se deben a que el 95% de su composición esta conformada por sales y agua. Existen dos tipos de Sandía muy conocidas: con semilla de color negro y con semillas blancas; estas últimas, no se suelen percibir al consumirlas.
Sigue a Cromos en WhatsApp
Por su contenido rico en licopenos, magnesio y vitamina C, es una fruta que se oxida rápido tornándose no apta para el consumo después de 24 horas tras ser partida. La cantidad que puede consumirse son 52 gramos por cada 100 gramos estando fresca.
Al tratarse de una fruta de pocas calorías y altos nutrientes, es recomendada para las dietas con el objetivo de bajar de peso. Su considerable contenido de fotoquímicos como los carotenoides, entre ellos el Lincopeno y Luteína, ayuda a nivelar los niveles de colesterol en la sangre, disminuyendo así, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Además, refuerza el sistema inmunológico y actúa como un antioxidante contra algunos tipos de cáncer como el de cuello uterino, próstata, pulmón, mama y del sistema digestivo como colon, recto, esófago, estómago, faringe entre otros. Previene el envejecimiento prematuro de la piel y la protege contra los rayos ultravioleta.
Por otro lado, su porcentaje de agua, estimula y mejora la función de los riñones, facilitando la eliminación de sustancias de desecho y toxinas. Sus semillas, ricas en vitamina E, se han utilizado en la medicina popular para el cuidado de la piel.
Estas son algunas opciones para que aproveches todas las propiedades de esta fruta tropical hidratante:
Refresco de Sandía
Recomendación: tomar inmediatamente.
Ingredientes
- 1 vaso de sandía picada
- Zumo de 2 limones
- Miel al gusto
- 3 cubos de hielo
- 3 fresas picadas
Preparación
Lleva la sandía, el zumo de limón, la miel y el hielo a la licuadora, cuidando que la sandía no tenga pepas. Licua, por unos segundos. Luego, vierte los trozos de fresa picadas en un vaso, y agrega el licuado de sandía. ¡Mezcla y disfruta!
Mascarilla de sandía
Especial cuando has estado por mucho tiempo en el sol, ya que hidratará y rejuvenecerá tu piel.
Recomendación: preferiblemente aplicar en la noche.
Ingredientes
- 2 cucharadas de pulpa de sandía
- ½ cucharada de maizena
- 1 cucharadita de miel
Preparación
1. Toma la pulpa de sandía sin pepas y colócala en un recipiente plástico. Con una cuchara aplastala y luego agrega la maizena y la miel. Mezcla hasta obtener una crema homogénea.
2. Previamente, limpia tu piel lavándola y tonificando con los productos de tu preferencia para dejar los poros listos para absorber.
3. Aplica la mascarilla por toda la piel del rostro y deja actuar 15 minutos. Retira con abundante agua.
4. Tonifica de nuevo y aplica crema hidratante.
Foto: iStock.