Su labor en las cárceles: en ocho años ha visibilizado a una población estigmatizada y con pocas posibilidades de volver a empezar.
Es difícil describir a Johana Bahamón. También es muy difícil dejar de rendirse a la causa que le cambió la vida. Parece que anoche la vimos en la telenovela de las 8:00 p.m. Ya han pasado ocho años desde que dejó la actuación por una labor del tamaño de su corazón: trabajar por las personas privadas de la libertad.
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Sigue a Cromos en WhatsApp¿Quién es capaz de decirle “no” a la comodidad de la fama? Su Fundación Acción Interna es un poliedro que junta una barbería, una agencia de publicidad, un call center, un estudio de tatuajes y, ¿cómo dejar de decirlo?, un laboratorio de ideas. En Acción se forjan los caminos por los que muchas colombianas y colombianos vuelven a caminar después de las rejas.
“Cada día hay una historia nueva, pero la primera que conocí me tocó mucho. En el Buen Pastor, una reclusa me contó que había matado a su marido porque lo encontró violando a su hijo de 3 años. Mi hijo Simón en ese momento tenía 3 años, esa vez pude entender su situación y creo que desde ahí se empezó a generar una empatía, porque es muy fácil juzgar desde acá, señalar sin saber realmente las circunstancias y lo que rodea la historia de una persona”, dijo Johana a CROMOS.
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A su historia se suman otros artículos que no te puedes perder. Encontrarás en sus páginas las bondades del cannabis medicinal, un especial dedicado a los diez empresarios colombianos con mejor reputación en 2020, los beneficios de los juegos de mesa y las claves para elegir un perfume de acuerdo con tu personalidad.
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