Para tener una buena vida sexual, que es un gran atributo en cualquier relación de pareja, es importante que ambas personas se sientan deseadas, aquí la comunicación es imprescindible, pues así el otro podrá saber qué es lo que más disfrutas y viceversa, para que ambos queden satisfechos, pues la reciprocidad también es clave.
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Cuando el sexo se ve comprometido en una relación, son diversos los factores que entran en juego, el estrés, grandes cantidades de trabajo, inseguridades, así como otros problemas que pueda tener la pareja.
El 45% de las personas asocian el estrés a una baja en frecuencia de sus encuentros sexuales.
En 2018, la BBC emprendió un estudio que contó con una muestra de 2.000 adultos, el resultado principal fue que el 45% de ellos pensaba que el estrés había tenido un impacto negativo en la frecuencia con la que tenía sexo. Un 26% mencionó que puede estar relacionado a la salud mental, un 18% responsabilizó al trabajo y un 10% a las redes sociales.
A partir de esta investigación es posible notar que esas problemáticas, que son bastante comunes, pueden fácilmente afectar la vida sexual de cada uno. Si bien se recomienda a las personas a recurrir a un especialista, hay algunas tácticas que pueden funcionar a la perfección para disfrutar más y encender la llama de la pasión con esa persona especial.
Peaking
Esta es una técnica en la que es importante prestarles más atención a las caricias, los besos y todos estos movimientos que se hacen antes de llegar al orgasmo, en vez de enfocarse en qué el objetivo sea lograr el orgasmo y ya.
Generalmente se piensa que el objetivo del sexo es “venirse”, como si lo que sucede antes del orgasmo no fuera tan fundamental. Según expertos, lo ideal es que cuando estés cerca del clímax te detengas para aumentar la tensión sexual, resiste lo más que puedas y ya cuando finalmente lo sueltes sentirán un gran nivel de placer.
Método Karezza
En esta práctica se ignora el nombre del “juego previo” ya que eso en realidad hace parte de todo el acto sexual, esto se debe a que su principal objetivo es que nos veamos la penetración como el principal destino, para que mejor nos enfoquemos en los besos, las caricias, la masturbación y toda esa cantidad de cosas que les permite disfrutar sin las necesita del coito.
Sploshing
En esta técnica se incluyen alimentos, puede que suene raro, pero a lo que se invita es a que escojas tus frutas favoritas y algunas bebidas, y que con tu pareja se den de comer, solo que de una manera bastante sexual.
Para los expertos, esta práctica es una excelente manera de despertar sensaciones y emociones, además les ayudará a desinhibirse más y a conectar mejor.
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El tiempo como un juego
Debido a la popularidad del porno y que muchas personas creen que deben emular lo que ven en este topo de contenidos, se piensa que el coito es el único fin de las relaciones sexuales, pero en realidad hay una extensa variedad de juegos que pueden disfrutar más.
Los sexólogos sugieren que pongan un cronómetro de 15 a 20 minutos, en este tiempo deben concentrarse en todo lo que no sea penetración, disfrutar de recorrer el cuerpo de la otra persona con la lengua, con besos, con sutiles caricias, entre otras cosas que puedan lograr gracias a la imaginación.
Cuando termine el tiempo ya se pueden dedicar a disfrutar de la penetración, porque tampoco se trata de estigmatizarla. Sin embargo, recuerda que es fundamental estimular todos los sentidos, especialmente antes del coito, algo que seguro aumentará el deseo de ambos.
No te olvides de la comunicación
Tal vez esta no sea una técnica, pero sí es una clave básica para que ambos puedan estar dispuesto a comentar lo que les gusta y lo que no, todas esas fantasías que tienen en mente, las cosas nuevas que desean probar, para que no quede solo en la imaginación y se lleve a la vida real, ambos quieren ser escuchados y ser tenidos en cuenta.