Cada año cientos de miles de animales son recogidos por las sociedades protectoras en los países occidentales, según estudios de la Fundación Affinity o FA.
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“Hay gente que elige a un gato o a un perro del mismo modo que una chaqueta o unos zapatos: de forma irreflexiva en base a razones efímeras que pueden condenar esa relación al fracaso”, señala Isabel Buil, directora de la FA, que investiga y divulga los beneficios del vínculo entre personas y animales de compañía.
La última campaña de la FA denominada #NoSonUnaModa, pone encima de la mesa el compromiso y las razones que en ocasiones motivan a las personas a buscar un perro o un gato y denuncia que los animales no pueden regirse por el mismo patrón que la moda, ni son complementos para dar un toque a nuestro estilismo o mejorar nuestra imagen.
Esta iniciativa, llama a la reflexión por medio de una serie de fotografías y un vídeo sobre nueve perros y gatos llamados Colección Primavera – Verano 2017.
Según datos de la FA, las cinco principales razones que los propietarios aducen al entregar a su animal de compañía a un refugio son: “el comportamiento del animal (15%), las camadas no deseadas (15%), los factores económicos (12%), el fin de la temporada de caza (10%) y el cambio de domicilio (9%)”, explica Buil.
"Se trata de factores que apuntan en muchos casos a una falta de reflexión sobre las necesidades que el animal tendrá en cada una de las etapas de su vida", indica.
Por eso, la FA ha preparado un decálogo para ayudar a aquellas personas que se están planteando convivir con un perro o un gato a tomar una decisión que va más allá de una cuestión de impulso.
La experta recalca que se trata de una desición que se debería tomar en familia, puesto que incorporar un perro o gato a nuestra vida requiere el máximo consenso.
Una decisión que cambiará nuestra vida
- Es importante tener en cuenta cómo serán las actividades de ocio con nuestro futuro perro, imaginándonos como sería hacer deporte o ir de vacaciones con él.
- El factor económico también es importante, ya que mantener a un perro o un gato significará algunos gastos, principalmente en cuidados y alimentación.
- Nuestro animal necesita un espacio adecuado a sus necesidades, advierte Buil. En el caso del perro hay que tener en cuenta que querrá estar junto a su propietario la mayor parte del tiempo y, en el caso del gato, puede que haya que adaptar la casa a este animal para que se sienta cómodo.
- Es necesario preguntarse si disponemos del tiempo que el animal va a precisar.
- También hay que ocuparse de mantener al animal limpio y en buen estado de salud.
- Convivir con un perro o gato es una decisión que afectará nuestra existencia a largo plazo y, por ello, hay que pensar cómo puede cambiar nuestra vida y estructura familiar en los siguientes 12 o 15 años (que es la vida media de un perro o un gato).
- Compartir la vida con un perro implica responsabilidades con él, pero también con los ciudadanos, ya que el civismo es clave para una buena convivencia. Para ello, además de educarle -con la ayuda de un experto si es necesario- y encargarnos de sus heces en la vía pública, debemos ofrecerle la oportunidad de sociabilizar con otros canes. “Esto nos ayudará a que se establezcan hábitos, a reforzar nuestro vínculo y a mejorar su comportamiento”, finaliza esta experta.
Fotos: Tundra Ice.