Las almohadas son esenciales para nuestro descanso, pero con el tiempo tienden a amarillearse debido al sudor, los aceites naturales del cuerpo y la acumulación de polvo.
Esto no solo afecta su apariencia, sino también su higiene. Si buscas una solución económica y efectiva, el bicarbonato de sodio es tu mejor aliado.
Sigue a Cromos en WhatsAppEn este artículo, te explicamos cómo devolverles la blancura a tus almohadas con un truco casero simple y eficaz.
¿Cómo limpiar almohadas amarillas?
Las almohadas amarillentas son un problema común causado principalmente por:
El bicarbonato es un aliado para limpiar las almohadas amarillas.
- Sudor: Durante el sueño, el cuerpo libera sudor, que penetra en las fundas y las fibras de la almohada.
- Aceites naturales: La piel produce aceites que se transfieren a la almohada con el tiempo.
- Falta de limpieza regular: Aunque se laven las fundas, las almohadas en sí también necesitan un mantenimiento periódico.
Estos factores no solo afectan la estética, sino que también pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y ácaros.
El bicarbonato de sodio es un ingrediente natural conocido por sus propiedades limpiadoras y desodorizantes que puede ayudar a mantenerla pulcras. Este método es fácil de aplicar y no requiere productos químicos agresivos.
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Materiales necesarios:
- 1 taza de bicarbonato de sodio
- 1 taza de vinagre blanco
- Jabón líquido para ropa
- Agua caliente
Instrucciones paso a paso:
- Revisa las etiquetas: Antes de lavar, asegúrate de que las almohadas sean aptas para lavadora. La mayoría de las almohadas de fibra sintética o pluma lo son.
- Llena la lavadora con agua caliente: El agua caliente ayuda a eliminar manchas y desinfectar.
- Añade los ingredientes: Agrega 1 taza de bicarbonato de sodio y 1 taza de vinagre blanco directamente al agua. También puedes añadir una pequeña cantidad de jabón líquido para ropa.
- Introduce las almohadas: Coloca una o dos almohadas en la lavadora. Asegúrate de equilibrar la carga para evitar daños a la máquina.
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- Selecciona el ciclo adecuado: Utiliza un ciclo suave o estándar, dependiendo de la delicadeza de las almohadas.
- Seca correctamente: Una vez limpias, seca las almohadas al sol o en la secadora usando un programa de baja temperatura. Coloca pelotas de tenis envueltas en calcetines para evitar que pierdan forma.