Esos son algunos de los títulos que abarca esta primera edición especial de Austral de grandes clásicos de la literatura universal. Todos en pasta dura, con grandes traducciones, la mayor calidad y el menor precio, porque desde Grupo Planeta creemos que el libro es el mejor regalo.
Algunos de los clásicos publicados por Austral.
La metamorfosis y otros relatos animales
Franz Kafka
Sigue a Cromos en WhatsApp«Una mañana, al despertar de sueños intranquilos, Gregor Samsa se encontró en su cama convertido en un monstruoso bicho».
Rebelión en la granja
George Orwell
«Ese es mi mensaje para vosotros, camaradas: ¡Rebelión! No sé cuándo vendrá esa rebelión, puede ser en una semana o dentro de cien años, pero sé, con la misma seguridad que veo esta paja bajo mis patas, que tarde o temprano se hará justicia».
Orgullo y prejuicio
Jane Austen
«Es una verdad universalmente aceptada que un hombre soltero en posesión de una notable fortuna necesita una esposa».
1984
George Orwell
«Dormido o despierto, trabajando o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la cama, no existía escapatoria. Nada era tuyo excepto esos pocos centímetros cúbicos dentro de tu cráneo».
Una habitación propia
Virginia Woolf
«Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; y esto, como veis, deja sin resolver el gran problema de la verdadera naturaleza de la mujer y la verdadera naturaleza de la novela».
El gran Gatsby
F. Scott Fitzgerald
«En las noches de verano llegaba música de casa de mi vecino. Sus azulados jardines se llenaban de hombres y mujeres que pululaban como polillas de aquí para allá entre los susurros, el champán y las estrellas».
Cuentos
Edgar Allan Poe
«No temo al peligro salvo en su versión última, el terror. En esta condición lamentable, pienso que tarde o temprano llegará el momento en que deba abandonar la vida y razón a un tiempo, en mi lucha con este horrible fantasma, el Miedo».
El retrato de Dorian Gray
Oscar Wilde
«Degeneramos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de pasiones y exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el coraje de ceder. ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo más que la juventud!»