María Cecilia Sánchez, la bailarina sin tiempo
El tango, el rock y las nuevas músicas colombianas ponen a vibrar más de la cuenta a esta presentadora y actriz vallecaucana, que se dio a conocer en La isla de los famosos y se ha convertido en estrella del cine nacional gracias a películas como El Arriero y La pasión de Gabriel.
Por Juan Carlos Piedrahíta B.
28 de febrero de 2011
De su cuello pende un reloj pero el tiempo jamás se le adelanta. María Cecilia Sánchez controla, domina y somete los ritmos de su vida y tiene la capacidad de acelerar asumiendo riesgos pero también puede hacer que el desplazamiento parezca el milagro más lento de la naturaleza. A diferencia de lo que le sucede al conejo en Alicia en el país de las maravillas, personaje que también adorna su pecho, ella no es esclava de la hora porque los segundos, simplemente, son sus aliados. Habla despacio como si lograra alargar los minutos de la misma manera en que un bandoneonista estira el fuelle de su instrumento para producir los sonidos más arrabaleros del tango, el género que por ahora comanda su escena artística y en el que se siente libre al escucharlo, plena al bailarlo y feliz al saborear cada una de sus historias.
De la misma cadena de la que se desprende el reloj antiguo y la cabeza dorada de conejo, también cuelga una vitrola, una cámara fotográfica y unos binóculos, todos ellos elementos diminutos pero con la propiedad de estimular los sentidos de esta mujer nacida en Santander de Quilichao, Cauca. Así como cuando de niña se emocionaba al cumplir su cita con el programa en televisión Caminito Alegre, después de rodar sin freno desde la punta más elevada del cerro hasta la civilización, de la misma manera se entusiasma al contar la forma en que llegaron a ella todas estas pertenencias que sin duda se han convertido en sus más grandes tesoros. Con ellos no solo le da un toque personal a su atuendo sino que resume lo que ha sido su vida vinculada a los medios de comunicación.
La vitrola representa su pasión por la música, antes el rock, luego el tango, más adelante las nuevas músicas colombianas y, ahora, un poco de todo. La cámara fotográfica retrata sus momentos estelares en las películas La pasión de Gabriel y El Arriero y su participación en la novela Secretos de familia, mientras que con los binóculos puede observar con tranquilidad su paso por la presentación del programa Mucha Música y su desempeño en La isla de los famosos.
De esta manera se llamó el reality en el que concursó. Allí ella se sorprendió pero no por sus capacidades para competir, ni por la destreza corporal, principal herencia de la danza y del estudio de las bellas artes en Cali, sino por eso de ser ‘famosa’. Tal vez la más desconocida de ese ramillete de figuras públicas era la joven de figura esbelta, de pelo negro en capas y caderas generosas. En bikini sacaba adelante todas las pruebas, con la velocidad de una liebre, la agilidad de un felino y su inteligencia. Saltaba de un lado al otro, nadaba, corría, hacía equilibrio sobre maderas delgadas, se embarraba, se colgaba de cuerdas y, sobre todo, pensaba. Hoy, después de más de seis años de su desempeño en las playas agrestes, María Cecilia Sánchez sigue cuestionando su reconocimiento. Sabe que la miran en la calle y algunos taxistas se atreven a decirle: ‘usted se parece tanto a la niña esa dura de la isla... pero eso sí, usted es más bonita’. Entonces agradece el comentario y como hace Robert De Niro, uno de sus ídolos, juega a pasar inadvertida en los centros comerciales y en los aeropuertos. Pocas veces lo logra por mérito propio y muchas por ceguera colectiva.
Lo que pasa es que siempre hay algo en ella que se destaca. Camina con la suavidad de una experta en danza contemporánea. Parece que diera pequeños brincos en cada paso y de un momento a otro se alarga como si quisiera anotar una canasta en básquetbol. Vuela y llega a su objetivo, cualquiera que sea.
María Cecilia Sánchez o María C., como le dicen en la calle, también es original por su indumentaria para la vida real o por el vestuario para sus personajes en las pantallas. En ambos casos busca elementos esenciales que le den ese toque mágico que tanto le gusta. Una flor, un parche, un collar, una cinta o un sombrero, aunque cuando opta por este último siente como si su voz estuviera metida dentro de un tubo. “Con este sombrero puesto, parece que tuviera eco incorporado”, dice mientras se lo quita y sigue hablando del tema inicial sin pensar que eso que se está despojando le cuadra a la perfección con la blusa, los jeans y los zapatos. Casi todo se vale en su moda genuina, en la que no hay cánones porque lo único que su piel no tolera es un tipo de plástico sintético que agrede a sus ojos y altera su tacto.
La desnudez es otro de sus atuendos y como muy pocas cosas le dan pena, no le pone problema a la exhibición de su piel cuando se trata de una buena causa: la sesión de fotos para una reconocida revista o una escena bien lograda para el cine nacional, tal como ocurre en El Arriero, la cinta de Guillermo Calle basada en El rebusque mayor de Alfredo Molano, en la que en el papel de Lucía aparece mostrando su cuerpo en más de una oportunidad. Con sus ‘dos antenitas’ (como le dice el protagonista ‘Ancízar López’ a aquel escenario habitual del collar en el que penden el reloj, la cabeza dorada de conejo, la vitrola, los binóculos y la cámara fotográfica), con sus caderas, fiel demostración de su cuna vallecaucana, y su capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias, esta actriz, bailarina y presentadora es una personalidad intrépida de Colombia, porque además de representar personajes también se ha mostrado tal cual es en La isla de los famosos, en Bailando por un sueño y en El mundo según Pirry.
En la piel propia o encarnando un personaje, María Cecila Sánchez, no permite que el tiempo la controle. No es esclava de la hora y a diferencia del conejo de Alicia en el país de las maravillas, el reloj le sirve para establecer su propio ritmo, como en el baile.
Sus próximos estrenos
CARMEN G: película del director Hernán Herrera, que rodó el año pasado en New York.
PESCADOR: fue grabada en Ecuador el año pasado bajo la dirección de Sebastián Cordero.
PEQUEÑOS VAGOS: película de cine independiente del director Carlos Zapata.
LOS TAXISTAS: en esta nueva novela del Canal Caracol, interpretará a Flor.