Mendoza,un paseo por los viñedos

El azul infinito del cielo de Mendoza le sirve de fondo al imponente Cordón del Plata, una cadena de montañas en la que conviven más de medio centenar de cerros que van desde los 3.000 hasta los 6.000 metros de altura. Pero sin duda, es el cerro Aconcagua o “el coloso de América” el que reta a montañistas de todas las latitudes que aspiran llegar a su cima.?

El reto se extiende a expertos del mundo del vino, que llegan a Mendoza para descubrir el secreto del éxito de los vinos argentinos. Este lugar que se enclava a los pies de la Coordillera de los Andes se convirtió desde hace varios años en la región vitivinícola más famosa de Argentina, país que hoy se ubica como el quinto productor de vino del planeta. ?

Es tal vez esa luminosidad, su clima seco –en Mendoza no llueve– o su tierra arenosa lo que le da ese toque especial a la uva que se cultiva en suelo mendocino. Por eso uno de los planes que no puede faltar en esta ciudad es visitar un viñedo y una bodega –en la ciudad hay cerca de 1.200– para que conozca el proceso de cultivo de la vid, la fabricación de cada variedad de vino y por qué no, prepare su propio vino. Una de las diez bodegas más reconocidas es Navarro Correas, que por más de cien años vendió sus uvas a otros productores locales y luego ingresó al negocio elaborando vinos tintos, blancos y espumantes bajo métodos artesanales. Hoy en día, tienen dos de las bodegas más modernas, la cava Godoy Cruz y Finca Agrelo y exportan sus productos a más de 30 países, incluidos Colombia.?

Si se anima, montado en una bicicleta podrá recorrer los viñedos y cenar o almorzar dentro de las instalaciones, donde de la mano de “winemarkers”, aprenderá a hacer el maridaje perfecto. Si su tiempo lo permite, visite el Hamam, del hotel Entrecielos, el primer baño turco en América Latina al estilo de los tradicionales de Turquía, que lo llevará por un circuito de cuartos de vapor, piedras calientes y piscinas de aguas tibias, que le relajarán el cuerpo y liberarán su mente. ¡Salud!.