El riesgo de padecer migraña se incrementa con la historia familiar y es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
La migraña es una enfermedad que condiciona dolores de cabeza y síntomas neurológicos repetitivos, y reversibles. Natalia Hernández, médica- neuróloga y miembro de la Asociación Colombiana de Neurología manifiesta que la migraña puede hacerse más intensa por alteración de las rutinas del ciclo del sueño, incremento de la ansiedad, disminución de la actividad física y aumento indiscriminado del consumo de analgésicos que empeoran los síntomas.
De igual forma, indica que la pandemia no es causante de la migraña, lo que ocurre es que en tiempos de confinamiento pueden presentarse con más frecuencia e intensidad este tipo de crisis. Hernández señala que en el momento no se ha demostrado que tener migraña sea un factor de riesgo para tener infección por SARS-CoV-2 (coronavirus) ni que su curso clínico vaya a ser diferente.
Sigue a Cromos en WhatsAppSi la persona que sufre de esta afectación se contagia del coronavirus, puede utilizar de forma racional los analgésicos para el manejo de la crisis de la migraña sin contraindicación por tener la infección.
Te interesa leer: Once maneras de combatir el dolor de cabeza
Por otro lado, la especialista comenta que la migraña no se cura y se va transformando a lo largo de la vida del paciente. Una crisis de dolor en la migraña usualmente dura entre 4 a 72 horas, cuando persiste más allá de eso se considera una complicación y en el tiempo puede volverse crónica (más de 15 días).
“En un mismo año un paciente puede pasar de tener pocos días al mes de dolor a tener mayor frecuencia de crisis y viceversa, es decir reducir el número de días de dolor por mes”, comentó Hernández.
Actualmente, existe una amplia gama de síntomas de esta afectación. Días previos al inicio del dolor aparecen síntomas variables como bostezos, falta de concentración, cambios en el hábito urinario y de consumo de alimentos durante la crisis. Lo más frecuente es el dolor de cabeza acompañado de nauseas, vomito, molestias con la luz azul en los ojos, con los olores, los ruidos y otros síntomas diferentes al dolor como el cambio en la rutina del sueño.
El riesgo de padecer migraña se incrementa con la historia familiar y es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Según Hernández la migraña es la segunda enfermedad neurológica mas discapacitante después de los accidentes cerebrovasculares (ACV), e incluso un subtipo de migraña: la migraña con aura, aumenta el riesgo de padecer ACV.
Te interesaría leer: ¿Cómo prevenir un accidente cerebrovascular?
En cuanto al tratamiento lo primero que debemos saber es que el paciente debe tener un adecuado diagnóstico, después se procede a reconocer la crisis y hacer un manejo adecuado con tratamiento analgésico. “Se debe iniciar un acompañamiento profesional en cada paciente y según se defina determinar si requiere uso de otros medicamentos para “prevenir” la aparición de las crisis”-
Para Natalia existen varios factores que influyen en la disminución de la migraña. Lo primero es tratar adecuadamente la crisis y evitar el sobreuso de los analgésicos. “Entender que un medicamento que reduce el dolor en un episodio, se usa en exceso empeora la aparición de crisis de dolor; además se debe tener un manejo guiado por un profesional preferiblemente un neurólogo”, manifestó Hernández.
El paciente migrañoso debe ser disciplinado en sus costumbres, lo recomendable es que lleve una vida saludable, haga actividad física y reduzca su peso. Finalmente se requiere una buena red de apoyo familiar, social y por supuesto manejo integral con un médico especialista para el abordaje de esta condición.