Te contamos en qué consiste el ayuno intermitente y por qué siempre debes consultar a un especialista.
El ayuno intermitente se ha convertido en una de las más populares formas de bajar algunos kilos de más. Sin embargo, no es su única función, y su popularidad también reside en que se han determinado algunos beneficios adicionales para el organismo cuando se lleva a cabo con juicio y organización.
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El ayuno intermitente consiste en ayunar metódicamente por algunas horas entre comida y comida y reducir el número de comidas al día, incluso hasta dos comidas, con duración de ayunos desde 8 hasta 12 horas.
Quienes practican el ayuno frecuentemente llegan a hacerlo por períodos más largos, hasta de 18 horas, pero no está recomendado para iniciar o sin la ayuda de un nutricionista profesional.
Según un estudio publicado por el New England Journal of Medicine, con el ayuno se logra un “switch” metabólico que hace pasar al organismo de “energía basada en glucosa a energía basada en cetosa, con aumento en la resistencia frente al estrés, aumento en la longevidad y una disminución significativa en la probabilidad de desarrollar enfermedades como el cáncer y la obesidad”.
Según la Universidad de Harvard, se ha comprobado que en laboratorios y experimentos con ratas que, los animales, además de perder peso, presentaban cambios positivos en los niveles de presión sanguínea, colesterol e insulina en la sangre. Sin embargo, aclaran que en humanos es determinante la hora del día en la que el ayuno intermitente se lleve a cabo.
Sin embargo, hacer ayuno intermitente no equivale a morirse de hambre o poner en riesgo nuestra salud.
La nutricionista y acupunturista Liliana Pérez afirma que es muy importante, antes que buscar lograr resultados para bajar de peso o mejorar alguna situación de salud preexistente, tener una alimentación saludable.
“Se puede sufrir una descompensación si antes no tenemos ya algunos hábitos de alimentación saludables. No todos los beneficios están comprobados en todos los organismos, y siempre es fundamental consultar a un médico antes de intentarlo. Es recomendable comer frutas, verduras, legumbres y tener un estilo de vida activa con ciclos de sueño regulados.”
Las tres formas de ayuno más populares
La más común es el ayuno selectivo, en el que se dejan de 4 a 10 horas de ayuno sin ninguna restricción en la cantidad de calorías que se ingieren. La idea es comer saludablemente, no comer comida chatarra, pero sin hacer “dieta”.
Otra opción es el ayuno 5:2: cinco días de comida normal, y dos días de ayuno en el que las comidas son pequeñas y la ingesta de calorías no supera las 500 o 600.
Y también está la modalidad de ayuno 16/8, en la que las comidas se llevan a cabo en la ventana de 8 horas, y se ayuna durante 16. Esto quiere decir que la última comida en el día debe ser temprano en la noche, y la siguiente del día después, puede ser más tarde en la mañana.
¿Quiénes no deben hacer ayuno intermitente?
Se debe ser muy cuidadoso si se tiene algún tipo de desorden alimenticio, o si se tiene alguna condición de salud preexistente particular. Si tienes alguna duda, consúltalo con un nutricionista o con tu médico.
• Personas que hayan sufrido o sufran desórdenes alimenticios
• Personas con un índice de grasa corporal muy bajo.
• Niños menores de 12 años.
• Mujeres embarazadas o durante la lactancia.
• Personas con desórdenes de tiroides no regulados.
• Personas con horarios de trabajo demasiado largos o variables, pues el ayuno debe mantenerse con horarios fijos.
• Personas que tomen medicamentos con alimentos en horarios del ayuno.
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