
Hijo bravo con su padre por no dedicarle tiempo
Sigue a Cromos en WhatsApp
Pocas manifestaciones internas son tan agobiantes y causan tanto conflicto interno como los sentimientos de culpa. Lo peor es que hoy son como una epidemia entre los padres de familia, causada en la mayoría de los casos por una misma razón: la falta de tiempo para brindarles a los hijos y a la familia toda la atención que necesitan.
Expertos del Jardín Infantil 'El Rincón Del Tercer Puente' se han dado a la tarea de descubrir mediante otras investigaciones que cuando la conciencia y no la conveniencia rigen nuestras acciones, no se habla de culpabilidad sino de remordimiento, dos sentimientos similares en cuanto a que ambos son el resultado de sentir que estamos obrando mal, pero distintos en cuanto a las actitudes que promueven.
El remordimiento nos impulsa a cambiar la conducta que percibimos como incorrecta, mientras que los sentimientos de culpa simplemente buscan remediar el daño producido, pero sin rectificar las actuaciones reprochables que los produjeron. Así, en la medida que no se modifican tales acciones el círculo vicioso se perpetúa, y los padres, que siguen sintiéndose agobiados continúan compensando su ausencia a través de constantes premios para sus hijos.
Lo más grave es que la culpabilidad produce tanta angustia que impide que los padres actuemos con la ecuanimidad necesaria para manejar niños tan despiertos y poderosos como lo son los de hoy. En la mayoría de los casos los sentimientos de culpa se convierten simplemente en buenas intenciones que no tenemos, y por lo mismo tendemos a apaciguarnos con medidas que empeoran aún más la situación.
Foto: Istock