Según el DANE de enero a marzo de este año en Colombia han muerto 45.339 personas. Exactamente 23.912 hombres y 21.422 mujeres. “Además de enfrentar la pérdida de su ser querido, para miles de personas uno de los momentos más dolorosos, es cuando empezamos a hacer el listado de las cosas que dejamos de hacer con quien ya no nos acompaña en este mundo”, explica Bivecky Pardo.
Aunque con su nombre parece extranjero, Bivecky es colombiana y fue quien logro traer al país a Lisa Williams, la reconocida medium famosa en el mundo por la seriedad con la que aborda el tema de la comunicación con personas fallecidas, autora de destacados libros y presentadora de sus propios programas de televisión, como, Vida entre los muertos y Voces del otro lado.
Sigue a Cromos en WhatsAppWilliams es nieta de Frances Glazebrook, un médium británico a quien le heredó ese don. Lisa ha participado en programas de televisión como Larry King live, Oprah, Good Morning America, Jimmy Kimmel Live, Spirit Channel, y noticieros de CNN y Canal FOX. Los videos de sus giras internacionales demuestran su habilidad de interactuar con el público en vivo y de comunicarlos con sus seres amados ya fallecidos.
Lisa estará en Colombia para dos actividades. La primera será del 16 al 18 de septiembre y es un curso muy completo dirigido a toda persona que quiera entender más sobre lo que pasa después de la muerte.
Los asistentes recibirán una Certificación Basic Mediumship, válida en Europa, Inglaterra, Estados Unidos, y América Latina. La segunda será una demostración en vivo la noche del 14 de septiembre, donde entregará mensajes que las personas fallecidas quieran comunicar a algunos de los asistentes.
Lisa y Bivecky han elaborado el listado de los 10 remordimientos que con mayor frecuencia les manifiestan quienes han perdido a un ser querido:
No dedicarle tiempo para haber compartido más actividades.
No haberle dicho nunca lo importante que era para mí.
No haberle pedido perdón.
No haberle dado el trato que merecía.
Enumerar los favores que le negué.
No haberle pagado el dinero que me prestó.
No acompañarlo al médico.
Haber puesto siempre el trabajo por encima de las reuniones familiares.
Ver que la mayoría de ocasiones, le enumeré sus defectos y no sus cualidades.