Por: Personal de Mayo Clinic
Sigue a Cromos en WhatsApp
El 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Alzheimer. Año tras año, expertos e instituciones divulgan información preventiva, así como avances médicos alrededor de esta enfermedad, con el fin de concientizar e informar acerca de la causa de demencia más común del mundo.
Según el Informe Mundial sobre el Alzheimer 2015, presentado por la Asociación Internacional de Síntomas, esta enfermedad afecta a 47 millones de personas en el mundo. Por eso, y haciendo hincapié en la importancia de un diagnóstico temprano, la Clínica Mayo nos comparte sus principales síntomas y causas.
Síntomas
Al principio, es posible que los únicos síntomas que observes sean problemas para recordar cosas y organizar tus pensamientos. Con el tiempo la enfermedad suele afectar más memoria, especialmente, tus recuerdos recientes. Sin embargo, la velocidad con que avanza la enfermedad depende de cada paciente.
1. La memoria: todos experimentan fallas de la memoria de vez en cuando. Es normal olvidar en dónde dejamos las llaves o el nombre de un conocido, sin embargo, la pérdida de memoria asociada con la enfermedad de Alzheimer es más aguda, persiste y empeora.
Las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden tener las siguientes conductas:
- Repetir afirmaciones y preguntas. Suelen no darse cuenta de que ya hicieron la pregunta antes.
- Olvidarse de conversaciones, consultas o eventos importantes.
- Colocar objetos personales en el lugar equivocado, a menudo en lugares absurdos.
- Perderse en lugares que ya conocen.
- Olvidar los nombres de familiares y objetos de uso cotidiano.
2. El razonamiento: la enfermedad de Alzheimer causa problemas para concentrarse y pensar, por lo que realizar múltiples tareas, expresar ideas o participar en conversaciones resulta especialmente difícil. Las personas que padecen la enfermedad suelen tener problemas para organizar conceptos abstractos, en especial los números.
3. La toma de decisiones: con el avance de la enfermedad, responder con raciocinio a problemas comunes se vuelve cada vez más complejo. Las actividades que en algún momento fueron parte de la rutina y que requerían el seguimiento de pasos secuenciales, se transforman en una dificultad. Las personas con Alzheimer avanzada pueden olvidar cómo realizar tareas básicas, como vestirse y bañarse.
4. Cambios en la personalidad: la enfermedad de Alzheimer puede afectar el modo de desenvolverse e interactuar. Las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden experimentar lo siguiente:
- Depresión
- Apatía
- Retraimiento social
- Cambios de humor
- Desconfianza de otras personas
- Irritabilidad y agresividad
- Cambios en los hábitos de sueño
- Confusión
- Desinhibición
- Delirios, como creer que le han robado algo
Muchas habilidades importantes se pierden solo en una etapa avanzada de la enfermedad. Entre ellas se incluyen la capacidad para leer, bailar, cantar, realizar trabajos manuales, practicar deportes, relatar historias y evocar recuerdos; esto se debe a que la parte del cerebro que recolecta nueva información se ve afectada. La información, las habilidades y los hábitos que se aprendieron durante los primeros años de vida son los últimos conocimientos que se pierden a medida que la enfermedad avanza.
En las últimas etapas, los cambios en el cerebro comienzan a afectar las funciones físicas, como tragar, mantener el equilibrio y el control del intestino y de la vejiga.
Causas
En la mayoría de los casos la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores genéticos, del estilo de vida y ambientales que afectan el cerebro a lo largo del tiempo.
Aunque las causas de la enfermedad de Alzheimer no se comprenden completamente, su efecto en el cerebro es claro. La enfermedad de Alzheimer daña y mata las células del cerebro. En comparación con un cerebro sano, un cerebro afectado por la enfermedad de Alzheimer tiene una cantidad mucho menor de células y de conexiones neuronales activas.
Factores de riesgo
Edad: La edad avanzada es el mayor factor de riesgo para desarrollar Alzheimer. Si bien la enfermedad no forma parte del envejecimiento normal, el riesgo de tener la enfermedad aumenta considerablemente después de los 65 años. El índice de demencia se duplica cada década después de los 60 años.
Antecedentes familiares y genética: El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es, al parecer, un poco más alto si un familiar de primer grado (padre o hermano) tiene la enfermedad. Los científicos han identificado cambios raros (mutaciones) en tres genes que prácticamente garantizan que una persona que los hereda desarrollará la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, estas mutaciones representan menos del 5% de los casos registrados.
Síndrome de Down: Muchas personas con este síndrome padecen la enfermedad de Alzheimer. Los signos y los síntomas suelen aparecer entre 10 y 20 años antes en las personas con síndrome de Down. Algunos estudios demuestran que un gen presente en el cromosoma extra, que causa el síndrome de Down, aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Género: Al parecer, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar la enfermedad de Alzheimer; esto se debe, en parte, a que viven más.
Traumatismo craneal: Las personas que han sufrido un traumatismo craneal grave corren, más riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Estilo de vida y salud del corazón: No se ha demostrado de manera definitiva la existencia de un factor del estilo de vida que reduzca el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, existe evidencia que sugiere que algunos factores como la falta de actividad física, la obesidad, el tabaquismo, la presión arterial alta, mantener niveles elevados de colesterol en la sangre, la diabetes y una dieta baja en frutas y vegetales,
Foto: iStock.