Por: Dr. J. Taylor Hays, Centro para Dependencia a la Nicotina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
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La prevención y concientización sobre los riesgos de la nicotina son la clave principal para evitar potenciales fumadores, mientras que las personas que ya adquirieron el hábito aún tienen oportunidad de aprovechar los beneficios para la salud de dejar de fumar, a pesar de haberlo hecho asiduamente durante varios años.
Aunque acabar con el hábito de fumar puede ser difícil, los beneficios para la salud como exfumador, empiezan a acumularse casi inmediatamente después de dejar el hábito. Existen tratamientos y terapias eficaces que pueden ayudar, las cuales se basan en los cambios de rutinas y actividades que el cerebro asocia al consumo del tabaco. Ver: Ocho consejos para dejar de fumar.
El consumo de tabaco es la única causa prevenible de enfermedades en el mundo. Entre 80 y 90 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón son producto del tabaquismo. El hábito de fumar también aumenta el riesgo para varios otros tipos de cáncer y es el causante de alrededor de 30 por ciento de todas las muertes relacionadas con este. Además, puede conducir a otros problemas médicos, como arteriopatía coronaria, cardiopatía, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad pulmonar crónica. Ver: Cinco razones para dejar de fumar.
Según el estudio “Los beneficios de dejar de fumar” realizado por la Clínica Mayo, dicho cambio repercute de manera positiva sobre la salud desde el primer momento. Por ejemplo, menos de una hora después de dejar el cigarrillo, la frecuencia cardíaca disminuye a un nivel saludable; después de transcurridas 12 horas, el nivel sanguíneo de monóxido de carbono recupera la normalidad y, en cuestión de dos o tres semanas, el riesgo de ataque cardíaco se reduce considerablemente.
La falta de aire y la tos propias del tabaquismo suelen desaparecer tras los primeros nueve meses. La capacidad de participar en actividades deportivas también mejora y después de dejar de fumar, la gente suele tener mayor resistencia para hacer actividad física. Por otro lado, en muchas personas los sentidos del olfato y del gusto mejoran. Ver: Siete trampas que debes evitar para dejar de fumar.
Con el tiempo, los beneficios para la salud continúan aumentando. Un año después de dejar de fumar, el riesgo de cardiopatía coronaria es la mitad de lo que era antes. Cinco años después, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular se reduce al mismo nivel del de una persona no fumadora. Diez años después de dejar de fumar, los riesgos de padecer diferentes tipos de cáncer como de pulmón, boca, garganta y esófago, vejiga o de páncreas bajan drásticamente.
Quince años después de dejar de fumar, los riesgos generales de salud para un exfumador son básicamente iguales a los de alguien que nunca fumó. Si se le permite pasar suficiente tiempo libre de humo, el cuerpo tendrá la oportunidad y las condiciones adecuadas para recuperarse y revertir los efectos nocivos.
Los estudios claramente muestran que dejar de fumar regala años de vida. Según la edad de la persona cuando deja de fumar, de la frecuencia y de la duración del hábito, la expectativa de vida puede aumentar entre 2 y 10 años. Además, no solo es añadir tiempo, sino calidad de vida: muchas personas que dejan de fumar gozan de mejor salud por más tiempo. Ver: Ocho cosas que fumar le podría hacer a tu piel.
Pese a que los beneficios para la salud son importantes y convincentes, dejar de fumar puede ser complicado. La nicotina del cigarrillo es adictiva y por eso es difícil acabar con el hábito. Lo más recomendable es buscar ayuda de médicos profesionales o especialistas capacitados para tratar el tabaquismo. Estos profesionales pueden guiar este proceso mediante terapia conductual y ofrecerle tratamientos médicos autorizados, que le ayuden a dejar de fumar para siempre. Independientemente del tratamiento, la edad o por cuánto tiempo se haya fumado, nunca es demasiado tarde para que dejar de fumar.
Foto: Getty.