¿Sabías que el vínculo que tiene tu perro contigo es similar al de madre e hijo?

En entrevista con la Revista Cromos, Alexander Hernández, zootecnista con maestría en Bienestar Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona, nos explica lo que la ciencia ha analizado sobre el vínculo especial entre un perro y su dueño.

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¿Qué tan especial es el vínculo entre un perro y su dueño?

AH:” El estudio de esta relación se remonta a la típica frase, que todos en alguna ocasión escuchamos, “el perro es el mejor amigo del hombre”. Varios estudios a lo largo de los años nos confirman esto y si en nuestra casa tenemos un perro, sabemos que la mascota tiene un preferido o un humano que mejor le cae y quien formó un vínculo especial”.

¿Qué dice la ciencia sobre esta relación entre perro y amo?

AH: “Un estudio publicado por la Universidad de Eötvös Loránd de Hungría comprueba que los perros tienen un “apego” especial a la voz de su dueño. Esto genera respuestas cerebrales relacionadas con la búsqueda de recompensa, algo que buscan siempre nuestra mascotas.

Al tener en cuenta esto, se deduciría que solo generan aprecio por sus dueños por pensar que podrían obtener algo a cambio una recompensa, pero los expertos encontraron otro hecho fascinante. Esta actividad cerebral podría ser similar a la que tienen los bebés recién nacidos humanos cuando escuchan la voz de su madre.

Todo lo anterior revelaría que las relaciones entre el perro y el dueño, así como la del bebé y su madre son más similares de lo que se pensaba.

La doctora Gacsi M, experta en la materia, evaluó la actividad cerebral y el comportamiento de 16 perros de 7 tipos de razas diferentes (golden retriever, border collies, crestado chino, labradoodle, Cairn terrier, vizsla húngaro y pastor alemán). Los perros vivían con humanos y se concluyó, que al igual que los bebés humanos, no solo sienten placer al convivir con su dueño, sino que experimentan una sensación positiva cuando escuchan la voz neutra del dueño.

El comportamiento de apego de los perros hacia su dueños se analizó con la Prueba de Situación Extraña (SST), en la que se colocó al perro en una habitación con un extraño y luego se repitió el procedimiento con su dueño, antes de evaluar su comportamiento.

Con esto, los expertos codificaron los comportamientos relevantes, es decir, exploración, juego, saludar a la persona que entra, vocalización, contacto físico, pararse cerca de la puerta, seguir a la persona que se marcha, etc., tanto en presencia de los humanos como durante la separación de los mismos.

El análisis dio como resultado tres puntuaciones basadas en los comportamientos de los sujetos durante la prueba: Apego (hacia el dueño), Ansiedad (relacionada con el lugar desconocido) y Aceptación (de interacción con un extraño), se puede leer en el estudio. En cuanto a la actividad cerebral, esta se midió a través de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) mientras los perros escuchaban palabras de cariño y otras de habla neutra de su dueño y una persona familiar.

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Durante el experimento, los científicos comprobaron la importancia en compartir palabras o hablar con los perros, que experimentan placer al escuchar la voz de su dueño. Como desde hace años se sabe con seguridad que los cerebros de los perros son sensibles a los elogios verbales, el experimento ayudó a entender cómo afecta a la sensibilidad canina la relación de habla con su dueño.

Los resultados de los escáneres cerebrales mostraron que el centro de recompensa en el cerebro de los canes era más sensible a la voz de su dueño que a la voz de una persona familiar. Con esto quedó comprobado que el perro siente más afecto por una persona específica de la familia con la que vive, estableciendo una relación de apego enorme. Además, los perros que estaban más apegados a sus dueños en la prueba SST mostraron una respuesta aún mayor a la voz de su dueño en sus escáneres cerebrales.

En conclusión, el experimento comprueba que los perros pueden reconocer la voz de su dueño y que la voz del amo es más gratificante para los perros más apegados a ellos, alcanzando el mismo nivel de satisfacción que un bebé humano con su madre.

El estudio prueba que nuestros perros nos quieren o tienen cierto afecto hacia uno o núcleo familiar. Por otro lado, esto evidencia que a nuestros perros se le debe tratar bien y suplir todas las necesidades que tienen”.