La vida industrializada y el uso de las tecnologías han desconectado a las personas de algunas funciones básicas como descansar, tener una buena alimentación, el sueño reparador, tomar el sol y aire puro, ejercitarse y relacionarse con otros.
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Las consecuencias inmediatas se traducen en cansancio, estrés, inestabilidad emocional, mala alimentación y sedentarismo. Esto es el Bio-hackeo.
¿Cómo vivir más y mejor?
La medicina funcional interviene el estilo de vida de cada persona con estrategias para sanar las causas que afectan su salud. Parte de estas, permiten desde la cotidianidad bloquear los ataques de una vida industrializada y revertir sus consecuencias, es decir el bio-hackeo. Es promover una vida activa con nutrición balanceada y fácil de llevar, conseguir un descanso apropiado con sueño reparador y manejo asertivo de las emociones.
Un estilo de vida saludable, construido a partir de las decisiones que se toman diariamente, así como un computador que responde a cada orden.
“La medicina funcional es una manera de pensar que le ayuda al médico a encontrar la causa-raíz de la enfermedad, el 80% de las veces está en los hábitos de estilo de vida. Si tu controlas el sueño, la nutrición, el ejercicio, el manejo del estrés, las relaciones y los vínculos sociales; vas a regular el 80 % de las causas que generan enfermedades crónicas” afirma el Dr. Javier Galvis, médico internista y primer médico latinoamericano certificado en medicina funcional por The Institue for Functional Medicine, USA.
La medicina funcional se trata de una perspectiva médica con soporte científico, que se basa en el conocimiento fisiológico, bioquímico, genético y de relación con el entorno de cada persona; lo que representa su bio-individualidad. Se identifican las necesidades y requerimientos de cada paciente para prevenir enfermedades crónicas y atacar los hábitos que están generando afecciones, trastornos y dolores.
No existen tratamientos estándar, porque aquello que puede ser saludable y recomendado para una persona puede ser mortal para otra. De ahí lo importante que es estudiar cada caso a profundidad, encontrar la clave para avanzar en la evolución del paciente y reconocer sus propios requerimientos, capacidades, potencialidades y límites.
Según el Dr. Galvis las enfermedades crónicas tienen solución, “fácilmente se pueden detener y en muchos casos se pueden revertir si se ataca su origen y no los síntomas. Estamos hablando de enfermedades autoinmunes, diabetes, hipertensión, problemas gastrointestinales crónicos, alergias, asmas, enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, Parkinson, alteraciones de memoria, alteraciones menstruales, cáncer, etc. Todas estas enfermedades son susceptibles de ser mejoradas, optimizadas, detenidas y algunas revertidas por medio del bio-hacking; es decir, con cambios en los hábitos”.
Esta especialidad ha venido poco a poco difundiéndose y posicionándose dentro de la comunidad médica y el público en general. Es un enfoque que complementa el ejercicio profesional de los médicos en diferentes especialidades y brinda herramientas para mejorar el tratamiento del paciente, exponiendo las potenciales causas de una enfermedad.
En el futuro será un componente vital en los estudios del profesional de la salud y tendrá un lugar relevante dentro de los sistemas de salud de todos los países.
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