Salud mental: ¿por qué nos da pena pedir ayuda?
La Alcaldía de Bogotá habilitó un número de teléfono para guiar a las personas que necesitan atención. Basta marcar tres números para disponer de un grupo multidisciplinario dispuesto a brindar orientación.
Por Redacción Cromos
28 de julio de 2020
El año pasado hubo 61.469 llamadas relacionadas con enfermedades mentales.
Sé que no estoy bien cuando es imposible controlar la respiración. A veces me cuesta manipular el oxígeno. Cuando caigo en cuenta de la dificultad se vuelve palpable un leve mareo y me desconecto de lo que estoy haciendo. Después viene la incertidumbre de qué se trata esta rareza dentro de mí.
La respiración entrecortada es un episodio que viene y desaparece. Toca la puerta en mis días de sedentarismo, atornillado en una silla frente al computador, con el omnipresente celular a la mano. El fantasma de un ataque de ansiedad se queda ahí, todavía sin trascender. Lo apago con ejercicio, sudando como un caballo. La quema de calorías alivia el resto del día.
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Trotar es mi medicina contra el encierro. Sin embargo, no voy al parque como me gustaría. La rodilla me alcanza para ir tres veces a la semana. He pensado en acudir a la EPS, pero le tengo pavor a los espacios cerrados y tupidos de gente que, como yo, necesita ayuda.
Sigue a Cromos en WhatsAppLa Alcaldía de Bogotá ofrece dos líneas de atención. La 123 es para valoraciones presenciales, en la que un psicólogo o un psiquiatra puede ir a casa; la 106 está habilitada para ser escuchado. Según la Secretaría de Salud, en lo que va del aislamiento preventivo se han registrado más de 24.300 atenciones, de las que cinco mil corresponden a consultas relacionadas con la prevención del nuevo coronavirus. El resto de comunicaciones se reparten en consultas relacionadas a violencia intrafamiliar, dudas sobre salud mental e intentos de suicidio.
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Nadie debería sentir vergüenza por pedir ayuda. Una de las pocas cosas buenas de la pandemia es la capacidad de reconocer las dudas existenciales de cada uno. Llamar a una de las líneas de atención es una opción para personas que todavía no se acostumbran al encierro.