Siendo todo esto esencial, quiero que les pongas la misma atención a tus músculos, pues los cerca de 500 que tienes en tu cuerpo son una potente glándula endocrina, que cuando los pones en actividad generan evidentes beneficios, como bajar la inflamación y mejorar el metabolismo, dado que consumen glucosa y ayudan al funcionamiento de la insulina.
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También la actividad muscular favorece la generación de hueso y la creación de nuevos vasos sanguíneos, con sus beneficios en la circulación corporal, mejorando por otro lado el uso de las hormonas y los neurotransmisores, que permitirán que tengas un buen estado de ánimo, al tiempo que reparan el sistema nervioso y la generación de nuevas neuronas.
Infortunadamente, a partir de los 25 años empieza a ocurrir la sarcopenia o pérdida de masa muscular si no la ejercitamos. Aunque los síntomas reales comienzan a notarse a los 40, acelerándose a partir de los 65 años, un estilo de vida saludable con actividad de fuerza y resistencia adecuadas, consumiendo alimentos con proteína suficiente, te permitirán mantener la musculatura en el mejor nivel para prolongar tu expectativa de vida libre de discapacidad.
Así que haz ejercicio de resistencia en la mañana, lo que se conoce como aeróbico, mejor aún si es el HIIT, que son los intervalos de alta intensidad, por lo menos cinco días a la semana. Indispensable también realizar actividades con pesas, plancha, bandas y similares en las tardes, unas tres a cuatro veces por semana, para completar con estiramientos o yoga antes de dormir.
Por último, no te sobrepases para evitar lesiones, siendo por esto importante el asesoramiento calificado para realizarlo. Así que cuida y activa tus músculos, y ellos te cuidarán también.
Autor del texto: Santiago Rojas.
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