Aunque hay un sinnúmero de situaciones que no podemos controlar al respecto, sí podemos intentar cuidar nuestra salud emocional. Por eso, a continuación, y dadas los múltiples factores que pueden deteriorar nuestro bienestar emocional, te brindamos algunas recomendaciones para gestionar nuestras emociones en este fin de año.
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Hay varias formas de cuidar tu salud mental durante las festividades de fin de año.
Reflexión compasiva
El fin de año suele generarnos sentimientos de culpa porque, por lo general, no vemos cumplidos proyecto o metas personales. Pero no es momento de culparnos. Lo que podemos hacer es reflexionar sobre lo pasado de manera compasiva con nosotros mismos e intentar concentrarnos en lo positivo para planear el futuro.
Moderar las expectativas
Cuando tenemos planes deslumbrantes o de gran envergadura y no conseguimos llevarlos a cabo, solemos decepcionarnos, frustrarnos o deprimirnos. En vez de eso, debemos procurarnos una época de aspiraciones lúcidas y realistas. Desde la decoración de tu casa, que seguro no será como las de la gran publicidad de los comerciales norteamericanos, hasta las actividades que realicemos o los regalos que demos o recibamos.
Planificar actividades
El refrán popular que reza “fallar al planear es planear fallar” debemos considerarlo en esta época del año. Para evitar situaciones estresantes o desatender otras obligaciones o compromisos, es bueno organizar tiempos y presupuestos. La compra o las actividades conviene planearlas con anticipación para no vivir situaciones indeseables.
Presupuestar y cumplir
Es importante que destine un presupuesto a los gastos navideños de manera que no se exceda y esto represente situaciones estresantes o preocupantes por el dinero durante o después de diciembre. Para nadie es un secreto que vivimos tiempos de crisis económica a raíz de la crisis sanitaria. Cuidar las finanzas es un punto importante.
No cargar con las expectativas ajenas (ni propias)
Si encontramos conductas decepcionantes en nuestros familiares, amigos cercanos o pareja; recibimos un regalo desafortunado, otros esperaban de nosotros algo que no logramos satisfacer, lo adecuado es librarnos de esas expectativas y disfrutar. Nadie puede cambiar a los demás y muchas veces tampoco nosotros logramos cumplir todas las expectativas. Disfrutar incluso de las pequeñas cosas es lo primordial.
No comer ni beber demasiado
En una época como esta, donde la comida y el licor suelen ser pan de cada día, por encuentros o tradiciones, es recomendable no excedernos ni exigir a nuestro cuerpo más de lo que puede dar. El bienestar emocional también depende de nuestra salud física.
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