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Un estudio publicado por la Sociedad de Cáncer Americana explica que aproximadamente el 12% de los cánceres de ovario se presentan en mujeres premenopáusicas. La mayoría de las mujeres en edad fértil se diagnostican de cáncer en el ovario entre los 35 y los 44 años (7,2%), seguidas del 3,7% entre los 20 y 34 años. Por último, solamente un 1,2% de mujeres menores de 20 años son diagnosticadas con este cáncer.
Cuando el cáncer aparece en mujeres jóvenes, muchas se asustan por las posibilidades que tienen de ser madres en un futuro. Cesar Lizán, director médico de Clínicas EVA, afirma que los tumores de ovario presentan una enorme variedad de posibilidades, por lo que es complicado ofrecer pautas generales.
Sigue a Cromos en WhatsAppSe pueden encontrar con tumoraciones benignas (quistes en el ovario) que requieren simplemente de la extracción del quiste habitualmente por vía laparosocópica y con una recuperación casi inmediata.
Otra posibilidad es que la paciente presente tumoraciones ováricas de bajo potencial de malignidad o tumores borderline, en estos casos el tratamiento dependerá de distintos factores pronósticos (estirpe histológica, estadio, implantes...) y de los deseos genésicos que tenga cada paciente.
Por otro lado, aclara el ginecólogo, existen tumoraciones malignas en las que suele ser necesaria una cirugía de estadiaje. Se trata de una cirugía que se realiza habitualmente por vía abierta, y que incluye la extracción de útero, ambos ovarios, apéndice, omento, ganglios y tejido afectado.
Las posibilidades de una mujer de quedar gestante después de una tumoración, expone César Lizán, vendrán muy condicionadas por el tipo de tumor del que se esté hablando. "No deberían existir muchos problemas en el caso de enfermedades benignas, mientras que, por el contrario, será prácticamente imposible en el caso de que la paciente requiera una cirugía de estadiaje". El experto añade que en este último caso no será posible a no ser que haya congelado óvulos con anterioridad.
La cripreservación de óvulos es una técnica que consiste en la congelación ultrarrápida de ovocitos para preservar el material genético.
Este tratamiento, conocido como vitrificación de óvulos, ofrece a la mujer la oportunidad de ser madre una vez superada la enfermedad. Siempre con el consentimiento y supervisión del oncólogo.