Encontrar tiempo para hacer ejercicio puede ser un desafío y más cuando tenemos rutinas laborales tan extensas. Considera estas siete maneras de agregar actividad física a tu vida durante tu jornada laboral.
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Sigue a Cromos en WhatsApp1. Comienza en el trayecto al trabajo. Camina o monta bicicleta para ir al trabajo. Si vas en autobús, bájate unas cuadras o una parada antes, y si vas en automóvil, estaciónalo en el lugar más alejado del parqueadero. Una vez llegues, procura usar las escaleras en lugar del ascensor.
2. Trabaja de pie. Busca oportunidades para levantarte de la silla; ponte de pie y camina mientras hablas por teléfono, prueba usar un escritorio provisional de pie o, improvisa con una mesa alta. Si es posible, camina hasta el escritorio de un colega para conversar con él en persona, en lugar de enviarle un mensaje de texto o un correo electrónico.
3. Utiliza tus descansos para mantenerte activo. En vez de pasar tiempo en la sala de descanso para empleados tomando un café o comiendo algún “snack”, ve a dar una caminata enérgica, sube unos pisos por las escaleras o haz ejercicios de estiramiento suaves. Por ejemplo, mira hacia adelante y después baja el mentón hacia el pecho, o mientras estás de pie, toma la parte posterior de uno de los tobillos, o la pierna del pantalón, y llévalo hacia arriba, hasta el glúteo. Mantén cada estiramiento durante 15 o 30 segundos.
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4. Ten tus implementos para hacer ejercicio en el trabajo. Guarda bandas de resistencia (sogas o tubos elásticos que al halarlos ofrecen una resistencia similar a las pesas) o pequeñas pesas de mano en un cajón del escritorio. Haz flexiones de brazos entre reuniones o durante tu jornada de trabajo.
5. Invita a tus compañeros. Organiza caminatas en grupo durante la hora del almuerzo. Disfruta de la camaradería con otras personas que estén dispuestas a apoyar tu iniciativa de ejercicio en el trabajo. Juntos pueden asumir la responsabilidad de hacerlo en forma periódica y alentarse mutuamente para seguir con estas actividades.
6. Aumenta el ritmo. Si tu trabajo incluye caminar o andar en bicicleta, hazlo más rápido. Cuanto más camines y andes en bicicleta, y mientras más rápido lo hagas, mayores serán los beneficios.
7. Si debes viajar por trabajo, planifica de antemano tu actividad física
Si te encuentras varado en un aeropuerto a la espera de un avión, toma tu equipaje y camina a paso ligero. Elige un hotel que tenga un gimnasio (con cintas de andar, máquinas de pesas o piscina). Las sogas para saltar y las bandas de resistencia son fáciles de llevar en una maleta de viaje. Además, siempre puedes hacer ejercicio sin ningún tipo de equipo como, por ejemplo, dar saltos de tijera, hacer planchas, abdominales y otros ejercicios simples.
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¿Te gustaría obtener más ideas sobre los ejercicios que se pueden hacer en el trabajo? Programa una reunión con tus compañeros para compartir ideas. Recuerda que toda actividad física cuenta.