Durante un período de 8 semanas, se pidió a los participantes que tomaran una 'píldora de naturaleza' con una duración de 10 minutos o más, al menos 3 veces a la semana. Los niveles de cortisol, la hormona del estrés, se midieron a partir de muestras de saliva tomadas antes y después de una de estas 'píldoras', una vez cada dos semanas.
"Los participantes tuvieron la libertad de elegir la hora del día, la duración y el lugar de su experiencia en la naturaleza, que se definió como un lugar al exterior que, en opinión del participante, les hizo sentir que habían interactuado con la naturaleza. Hubo algunas restricciones para minimizar los factores que se sabe influyen en el estrés: tomar la píldora natural a la luz del día, no hacer ejercicios aeróbicos y evitar el uso de las redes sociales, internet, llamadas telefónicas, conversaciones y lecturas –explica Hunter–. Incorporar flexibilidad personal en el experimento nos permitió identificar la duración óptima de una 'píldora natural', sin importar cuándo o dónde se tome".
Además de proporcionar resultados significativos, el diseño experimental también fue novedoso en otros aspectos. "Nos acomodamos a las diferencias diarias en el estado de estrés de un participante mediante la recopilación de cuatro instantáneas del cambio de cortisol debido a una píldora de la naturaleza –señala la investigadora–. También nos permitió identificar y explicar el impacto de la caída natural y continua del nivel de cortisol a medida que avanza el día, lo que hace que la estimación de la duración efectiva sea más confiable".
Los datos revelaron que solo una experiencia de veinte minutos en la naturaleza fue suficiente para reducir significativamente los niveles de cortisol. Pero si se extiende un poco más el tiempo inmerso en una experiencia de la naturaleza, de 20 a 30 minutos sentado o caminando, los niveles de cortisol se redujeron a su mayor ritmo. Después de eso, los beneficios adicionales de eliminación de estrés continúan sumándose, pero a un ritmo más lento.
"Los profesionales de la salud pueden usar nuestros resultados como una regla de oro basada en la evidencia sobre qué poner en una prescripción de 'píldoras naturales' –asegura Hunter–. Proporciona las primeras estimaciones de cómo la naturaleza afecta a los niveles de estrés en el contexto de la vida cotidiana normal. Abre nuevos caminos al abordar algunas de las complejidades de medir una dosis natural efectiva".
Es más, Hunter espera que este estudio constituya la base de futuras investigaciones en esta área. "Nuestro enfoque experimental puede utilizarse como una herramienta para evaluar cómo la edad, el género, la estacionalidad, la capacidad física y la cultura influyen en la efectividad de las experiencias de la naturaleza en el bienestar. Esto permitirá recetas personalizadas de 'píldoras naturales', así como una visión más profunda de cómo diseñar ciudades y programas de bienestar para el público", aventura.