Un reloj inteligente salva a una mujer de una agresión sexual
Cuando un criminal ataca, lo primero que hace es alejar a la víctima de su celular. Pocos caen en la cuenta de que este dispositivo puede estar amarrado a la muñeca.
Por Redacción Cromos
25 de octubre de 2019
El delincuente le quitó el celular pero no su reloj. / Pixabay
John Joseph Macindoe entró al hogar de una mujer en Estados Unidos con el propósito de agredirla sexualmente. La víctima había llegado tarde a casa y muy cansada, así que se quedó dormida con solo apoyar su cabeza en el sofá.
En algún momento de la noche, ella se despertó y vio la sombra de alguien. Inmediatamente buscó su celular, pero ya no estaba en el lugar en el que ella lo había dejado. En ese momento recordó que tenía puesto su reloj inteligente, así que le mandó un mensaje a su novio, en el que le pedía que llamara a la Policía. Él, que primero pensó que era un chiste, al caer en cuenta de la gravedad de la situación llamó a la línea de emergencia 911.
Durante 15 minutos, la víctima, aterrorizada, estuvo en el sofá inmóvil, en ropa interior y cubierta por una cobija. Mientras tanto, el agresor iba y venía, y en ciertos momentos se acercaba tanto que ella alcanzaba a sentir su respiración. Pensó que iba a morir, de acuerdo con el testimonio que le dio más tarde a la Policía.
Cuando las autoridades llegaron, golpearon la puerta. El intruso se mantuvo estático muy cerca de ella. El oír que golpeaban una vez más, el agresor se fue a la cocina y ella aprovecho para correr hacia la entrada.
Sigue a Cromos en WhatsAppLa policía encontró a Macindoe escondido en la despensa. A su lado estaba una maleta que contenía: un pasamontañas, un cuchillo, sujetacables (amarrados como si fueran esposas), condones, lubricante y una mordaza.
Al revisar las cámaras del edificio, la Policía se dio cuenta de que Macindoe había entrado ocho veces al apartamento y no había encontrado a la víctima. Y en la casa del agresor hallaron dos mechones de mujer y dos calzones de la mujer.
Este caso llevó a recordar el de James Prudenciano y su pareja Paige Paruso, quienes estaban de excursión en el parque Hartshorne Woods en Nueva Jersey cuando cayeron al río. Prudenciano se golpeó con una roca y se fracturó la espalda en tres lugares diferentes. Por suerte, llevaba puesto su Apple watch, que detectó automáticamente la fuerte caída y llamo al 911, lo que permitió que la pareja fuera rescatada y llevada al hospital.