La Ciclovía de Bogotá es mucho más que una simple vía cerrada al tráfico. Es un símbolo de la lucha por una ciudad más humana y sostenible, un lugar donde los ciudadanos pueden disfrutar de la vida al aire libre y compartir momentos inolvidables.
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Sigue a Cromos en WhatsAppTodo comenzó como un pequeño experimento en 1974, cuando un grupo de ciudadanos decidió cerrar algunas calles para disfrutar de un espacio libre de carros. En 1976, la Ciclovía se hizo oficial gracias a unos decretos que la convirtieron en un programa municipal.
A mediados de los 90, la Ciclovía vivió un renacimiento, expandiéndose y mejorando su infraestructura.
Según el IDRD, “El 15 de diciembre de 1974 fue la primera vez que los bogotanos se apropiaron de las calles desplazando a los vehículos para crear un espacio recreo-deportivo y dar paso a lo que actualmente se conoce como Ciclovía. El “Mitín a favor de la Cicla”, como lo tituló el periódico El Tiempo, fue iniciativa de una organización independiente sin ánimo de lucro denominada “Pro-cicla” y el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, que habilita dos vías de la ciudad, la carrera 7 y la carrera 13, el centro de la ciudad, por tres horas, de 9:00 a.m. a 12:00 m., para el tránsito de bicicletas.
Al evento asistieron más de 5.000 personas, quienes salieron a manifestar en contra de la proliferación de automóviles, la contaminación ambiental y la falta de oferta recreativa en la ciudad”.
Ciclovía de Bogotá: datos curiosos que quizá no conocías
- Un parque gigante: Cada domingo, la Ciclovía se convierte en el “parque temporal más grande del mundo”, con más de 120 kilómetros de vías exclusivas para peatones y ciclistas.
- Un espacio para todos: La Ciclovía no es solo para deportistas. También es un lugar para caminar, patinar, hacer yoga, disfrutar de la naturaleza y compartir en familia.
- Un ejemplo a seguir: La Ciclovía de Bogotá ha servido de inspiración para muchas ciudades en el mundo, demostrando que es posible transformar el espacio público y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Qué hace tan especial a la Ciclovía? Además de ser un espacio para la recreación y el deporte, la Ciclovía ha contribuido a mejorar la calidad del aire, reducir la congestión vehicular y fomentar una cultura de movilidad sostenible en Bogotá.
Para nadie es un secreto que la Ciclovía ha tenido un impacto positivo en la ciudad. Ha contribuido a mejorar la calidad del aire, reducir la congestión vehicular y fomentar una cultura de movilidad sostenible. La Ciclovía ha demostrado que la ciudad puede ser un espacio más amable y saludable para todos.
Numerosos grupos y colectivos organizan actividades, talleres y eventos en torno a la bicicleta, promoviendo la movilidad sostenible y la convivencia ciudadana.
*Contenido realizado con IA, bajo la supervisión de un periodista.