Francisco Lopera ya no está, pero nunca lo olvidaremos. En Cromos lo entrevistamos el año pasado para conocer algunos detalles de su búsqueda incesante: la cura al alzhéimer.
Lee aquí: El particular caso del paciente paisa resistente al alzhéimer
Sigue a Cromos en WhatsAppCon poco apoyo, pero con muchas ganas, Lopera le dejó un gran aporte a la humanidad producto de su trabajo de campo, análisis y conclusiones.
Francisco Lopera, coordinador del Grupo de Neurociencias de Antioquia, de la Udea.
Francisco Lopera en 8 frases
Antes de compartir algunas ideas del médico, recordamos que él nos contó en la entrevista que de niño quería ser astronauta o astrónomo. Coincidencialmente, era fanático de El Espectador, especialmente de El Magazín, su suplemento literario.
En las páginas del periódico se encontró con un artículo que señalaba que los ovnis y los platillos voladores solo existían en la mente de las personas, no eran objetos reales, y cambió de parecer: ya no quería estudiar astronomía, sino el cerebro humano.
El resto es historia: terminó decantándose por la medicina y la neurología clínica, neuropsicología y neuropediatría. ¿Su objetivo? Comprender las funciones mentales, la memoria, el lenguaje y los recuerdos.
Más información para vos: Francisco Lopera: quién es, su aporte a la cura del alzhéimer y más del neurólogo
- “Estaba haciendo residencia en Neurología Clínica cuando tuvimos la oportunidad de recibir un paciente de Belmira, Antioquia, que había perdido la memoria y tenía 47 años. Me llamó la atención dos cosas. Uno, que era muy joven para tener una demencia tipo Alzheimer. Y dos, que tenía historia familiar de otras personas afectadas a una edad temprana: el padre, uno de los abuelos, algunos hermanos. Entonces vimos que era una forma familiar” (El Espectador).
- Siendo profesor de la Universidad de Antioquia, viajó a pueblos para reconstruir historias de demencia. Lo hacían en bus intermunicipal o en el carro de algún amigo. “Lo tomaba como un paseo, no como un trabajo. No era doloroso, no causaba fatiga, simplemente lo hacía por curiosidad, por puro placer” (Cromos).
- “Hemos descubierto la población más grande del mundo con Alzheimer genético hereditario de inicio precoz. Durante 40 años, hemos hecho un seguimiento longitudinal de esa población y pudimos definir las características de la etapa preclínica de la condición antes de que aparecieran los síntomas” (El Tiempo).
- “Hay que desdramatizar el alzhéimer, mirarlo como una nueva forma de vida” (El Colombiano).
- “Estaba haciendo residencia en Neurología Clínica cuando tuvimos la oportunidad de recibir un paciente de Belmira, Antioquia, que había perdido la memoria y tenía 47 años. Me llamó la atención dos cosas. Uno, que era muy joven para tener una demencia tipo Alzheimer. Y dos, que tenía historia familiar de otras personas afectadas a una edad temprana: el padre, uno de los abuelos, algunos hermanos. Entonces vimos que era una forma familiar” (El Espectador).
- En 2022, cuando Lopera y su equipo lograron confirmar que un medicamento contra el alzhéimer que usaron durante ocho años y medio finalmente no sirvió. Pero los mismos pacientes que recibieron el tratamiento les permitieron presenciar el fenómeno más revelador en estas cuatro décadas de estudio. “Dos pacientes con alzhéimer genético demostraron que eran seres protegidos: tenían en el cuerpo el gen que produce la enfermedad y el gen mutado que la cura. Este fue el resultado de nuestra capacidad de asombro. Ahora estamos buscando comprobar que dos genes candidatos sí son protectores. Cada gen de este tipo es una posibilidad para curar la enfermedad” (Cromos).
- “Lo que mas me ha impacto es que el cerebro queda vacío de recuerdos, se pierde completamente la mente, y eso es lo que nos hace redoblar esfuerzo, por eso estamos aquí, trabajando duro” (El Colombiano).
- Sobre la mutación paisa: “descubrimos la población más grande del mundo con Alzheimer genético hereditario de inicio precoz. Hemos hecho un seguimiento longitudinal de esa población durante muchos años y descubrimos que eran portadores de la Mutación Paisa, que es la responsable de esa enfermedad. Pudimos definir las características de la etapa preclínica de la condición antes de que aparecieran los síntomas. Y encontramos genes protectores en algunas personas que hacen que la enfermedad se retrase 20 o 30 años en el inicio de los síntomas. Este es el resumen de todo mi trabajo” (El Tiempo).