Ana Piñeres, la melómana detrás de la música de La Ronca de Oro
La encargada de escoger la música de las series más exitosas de la
televisión es periodista, experta en música brasilera, Dj y una apasionada
por los acetatos.
Por Redacción Cromos
07 de abril de 2014
Ana Piñeres, la melómana detrás de la música de La Ronca de Oro
Ana Piñeres creció entre los acetatos que su abuelo ponía en su emisora y los que vendía en una tienda de discos. Su infancia, en Ocaña, Norte de Santander, también estuvo repleta de libros, de periódicos, de cultura. Ella misma se reconoce como «ñoña». Se destacó como una de las mejores estudiantes de su departamento y por eso resultó elegida como una de las doce becarias para recorrer la ruta de Cristóbal Colón por el continente, en una convocatoria del V Centenario y el Rey de España.
Con esos antecedentes no podía ser más que periodista. Los pinitos los hizo escribiendo el periódico de la expedición V Centenario, luego tendría su propio programa musical en la Universidad Javeriana, trabajaría al lado de otro sicorrígido como ella, Julio Sánchez Cristo, y escribiría columnas de opinión en revistas como Diners, Número y El malpensante.
Pero su verdadera vocación ha estado en la música. En sus épocas como becaria en ruta de Cristóbal Colón conoció la música brasileña. Tal vez fue en ese momento que tuvo consciencia de lo obsesiva que puede llegar a ser con la música. Se apasionó tanto con el bossa nova y otros aires brasileños que leía sin parar del tema y aprendió portugués y lectura de partituras.
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No fue coincidencia, entonces, que su programa musical en la Javeriana fuera de música brasileña. Logró mantenerlo durante ocho años y tuvo tanto éxito que la embajada de ese país en Colombia la becó para perfeccionar el idioma y aprender más de su cultura. «Yo siento que en alguna vida pasada viví allá, cuando voy a Brasil, siento que es mi tierra», dice.
La vida laboral la hizo cambiar de medio, se dedicó a la producción de documentales y más tarde, a la gestión cultural con Colcultura, entidad que equivalía al Ministerio de Cultura. Allá, entre otras cosas, tradujo la ley del cine del gobierno brasilero que, casi textual, se aprobó en Colombia.
Esos caminos la llevaron a conocer a Clara María Ochoa, una de las más reconocidas y exitosas productoras colombianas, que se ha caracterizado por hacer apuestas arriesgadas y alianzas con realizadores internacionales. Las dos se asociaron y crearon CMO, una productora que ya completa catorce años haciendo cine y televisión.
De esta unión han nacido series y películas como Bolívar soy yo, Como el gato y el ratón, Esto huele mal, Del amor y otros demonios, Rosario Tijeras, Soñar no cuesta nada, Bazurto, La ronca de oro, La promesa o Correo de inocentes. Pero más allá de su papel como presidenta ejecutiva de CMO, Ana le ha puesto su pasión por la música a cada una de estas producciones.
Ha sido la encargada de musicalizarlas, de construir la música incidental o incluso de elegir la banda sonora. «Yo trabajo de la mano de productores musicales y buscamos canciones que cuenten pequeñas historias de los protagonistas, se musicaliza sobre el guion». Disfruta su trabajo porque es un trabajo de creación: «Se trata de buscar el sonido adecuado para cada escena y momento». Recuerda especialmente el trabajo en Del amor y otros demonios, porque era música de época. «Buscamos de dónde vienen cantos africanos y los lamentos que cantaban los negros en la clandestinidad».
Siente una satisfacción especial porque «con Correo de inocentes, Regreso a la guaca y La promesa, descubrimos el trabajo de músicos maravillosos, se trataba de sentir las locaciones donde suceden las historias».
Ahora, con La ronca de oro, se está deleitando con los tangos y las rancheras. Ella y el director Klych López hicieron una selección de setenta canciones, sobre todo, las compuestas por Graciela Arango de Tobón, Jose Alfredo Jiménez y Agustín Lara.
«Fueron muchos los éxitos de Helenita y no podrán estar todos en la pantalla, pero sobre todo el público extrañará María de los guardias, Mal hombre y Señora, tres de los temas icónicos de la artista que no estuvieron disponibles por derechos de autor», se lamenta. Lo que sí hay es un muy amplio repertorio de la música de la época y que los melómanos podrán disfrutar cada capítulo.
Además de romper el mito de que las series musicales no se podían hacer en vivo, Ana está orgullosa por la participación en la serie de varios músicos que tocaron con Helenita, y sobre todo la vinculación de artistas de otros géneros como Jorge Fresquet, cantante de Kronos, un grupo de rock pesado, y de un cantante de Cinema Cinco que interpretó al director de la gallera. «Yo quería que muchos personajes fueran músicos, hasta Diego Cadavid (Gonzalo Zafra) toca y canta».
Es posible que los amantes de la música electrónica en Bogotá la conozcan pero bajo el seudónimo de Ana Vitrola, porque aunque esté llena de trabajo en una producción, siempre tendrá tiempo para actuar como Dj. No en vano tiene una colección de más 5000 discos compactos y más de 2000 acetatos. Ama las tornamesa, las cintas de audio, las partituras, las radiolas, mejor dicho, todo lo que suene.