Ann Hodges, le cayó un meteorito ¡y sobrevivió!
Desde el principio de los tiempos han llovido meteoritos como el que cayó en
Rusia, pero solo ha habido una víctima de un impacto directo. Y vivió para
contarlo.
Por Redacción Cromos
13 de marzo de 2013
Ann Hodges, le cayó un meteorito ¡y sobrevivió!
Por: Juan Pablo García/@DaddyWells
En la mañana del pasado 15 de febrero un meteorito que pesaba aproximadamente 10.000 10 toneladas chocó contra la Tierra. El impacto en la atmósfera sobre la ciudad de Cheliábinsk, Rusia, produjo un boom sónico que dejó a más de 1.000 personas heridas. Momentos después del incidente, gracias a la Internet y a la costumbre rusa de instalar cámaras de video en los carros, el mundo entero pudo presenciar el evento astronómico.
Esta no es la primera vez que un meteorito cae en la Tierra, pero que haya ocurrido sobre una ciudad es insólito, ya que la mayor parte de la superficie terrestre está deshabitada. Más improbable todavía es que un meteorito le caiga encima a una persona. Eso ya es tener demasiada mala suerte.
El único caso registrado en el que una persona fue víctima de un impacto directo ocurrió en noviembre de 1954 en la ciudad de Sylacauga, Alabama, en los Estados Unidos.
Sigue a Cromos en WhatsAppAnn Hodges estaba durmiendo una tarde en el sofá de su casa, reposando un dolor de cabeza, cuando un tremendo ruido la despertó. Abrió los ojos y vio que estaba sangrando, en el techo había un hueco donde entraba luz, y una piedra negra del tamaño de una papaya estaba tirada en el piso.
Mientras tanto, los que estaban afuera se preguntaban qué había causado la explosión que habían oído, y si estaba relacionada con la bola de fuego que había cruzado el cielo. La primera sospecha es que tenía algo que ver con la Unión Soviética, ya que vivían en plena Guerra Fría.
A la casa llegaban periodistas y vecinos curiosos. Su esposo, Eugene Hodges, tuvo que luchar contra la multitud para poder ver a Ann, quien estaba, además de adolorida, muy confundida.
Aunque la herida fue superficial y benigna, el médico que la atendió la internó cinco días para protegerla del público. Ya los medios reportaban la verdad, que un meteorito había caído en la zona y que uno de los fragmentos había herido una mujer.
Ann Hodges era la celebridad del momento. La gente estaba muy pendiente de su historia, y el teléfono no paraba de timbrar.
Esta historia también tuvo su polémica. Ella se quería quedar con el fragmento que le había caído del cielo, y las autoridades no tenían problema con entregárselo. Pero la dueña de la casa donde vivía Ann, Birdie Guy, sabía que por ley le pertenecía. La opinión pública, que ya estaba muy involucrada, no iba a dejar que a la víctima le robaran su meteorito, y Birdie Guy terminó cediéndolo a cambio de 500 dólares.
El meteorito no mató a Ann Hodges, pero sí le cambió la vida. Diez años después se divorció, y en 1972 murió a la joven edad de 52 años. Eugene, su ex marido, dijo que ella no había podido lidiar con la atención que recibió después del accidente, y nunca volvió a ser la misma.
La casa donde dormía, ese inolvidable día, se quemó en un incendio en 1998. La evidencia que queda del único caso registrado de un impacto directo, es el fragmento del meteorito, exhibido en el Museo de Historia Natural de Alabama.