El fallecimiento de Margalida Castro, a sus 82 años, conmocionó a Colombia. Ícono de la televisión colombiana, dejó una huella imborrable con papeles memorables como Sussy Borda en Gallito Ramírez y Doña Úrsula en Chepe Fortuna.
Sin embargo, más allá de su legado artístico, su etapa final estuvo marcada por un diagnóstico de cáncer y la atención en cuidados paliativos. Este hecho abre una ventana para entender una realidad que muchas familias enfrentan: ¿qué significa ser un paciente paliativo y cómo se diferencia de uno terminal?
Sigue a Cromos en WhatsAppDe acuerdo con la Revista VEA, Margalida Castro pasó sus últimos días en cuidados paliativos, un tipo de atención que busca mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades graves. A diferencia de lo que muchos creen, esta modalidad no significa que el paciente esté en una fase terminal. En el caso de Margalida, el enfoque estuvo en aliviar el dolor y manejar los síntomas asociados al cáncer avanzado que padecía. Este enfoque es vital para garantizar que el paciente viva con dignidad y la menor incomodidad posible.
¿Qué son los cuidados paliativos?
De acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), los cuidados paliativos son un modelo de atención que se enfoca en el bienestar físico, emocional y espiritual del paciente, independientemente de si su enfermedad tiene o no un tratamiento curativo. Incluyen el manejo del dolor, el apoyo psicológico y la participación activa de la familia.
Margalida, según amigos cercanos, vivió este proceso con fortaleza y aferrada a su fe, encontrando consuelo en la espiritualidad y en la Virgen, a quien era devota.
Paciente paliativo vs. paciente terminal
Entonces, si la enfermedad de Margalida era ya avanzada, ¿por qué no podemos decir que era una paciente terminal? Aunque ambos conceptos suelen confundirse, existen diferencias fundamentales.
De acuerdo con la ACS, un paciente paliativo puede estar recibiendo tratamiento activo para su enfermedad, mientras que el terminal ya no tiene opciones curativas y está en una etapa avanzada de su padecimiento. En el caso de Margalida, aunque su enfermedad estaba avanzada, el objetivo de su atención no era prolongar su vida, sino garantizarle una calidad de vida óptima.
“Los cuidados paliativos se pueden proporcionar cuando el paciente está recibiendo tratamiento activo. En otras palabras, se pueden administrar al mismo tiempo que la quimioterapia, la radiación o la inmunoterapia para el cáncer. Por su parte, la atención de enfermos terminales se proporciona cuando no se está dando un tratamiento activo o curativo para la enfermedad grave. En la atención de enfermos terminales “tratamiento” significa únicamente la mitigación de los síntomas y de los efectos secundarios”, explica esta organización.
En pocas palabras, los cuidados paliativos pueden brindarse en cualquier etapa de una enfermedad grave para mejorar la calidad de vida del paciente, aún si no se está recibiendo un tratamiento activo; mientras que la atención de enfermos terminales se enfoca exclusivamente en quienes se encuentran en la fase final de una enfermedad incurable, como el cáncer avanzado o metastásico.
Te puede interesar: Cáncer de mama: síntomas, por qué da y etapas de esta enfermedad
La historia de Margalida Castro es un recordatorio de la relevancia de los cuidados paliativos, no solo para los pacientes sino también para sus seres queridos. Estos cuidados no representan una derrota, sino una forma digna de enfrentar una enfermedad.
En sus últimos días, Margalida nos enseñó que la vida, incluso en su tramo final, puede estar llena de amor, significado y resiliencia. Hoy, su legado no solo vive en sus personajes inolvidables, sino también en las lecciones sobre humanidad que dejó a su paso.