En Mauritania, una nación en África Occidental con más de 4 millones de habitantes, la obesidad femenina es considerada un símbolo de belleza, riqueza y estatus social.
Esta perspectiva cultural ha dado lugar a la práctica del “leblouh”, que implica la alimentación forzada de niñas y mujeres para alcanzar un peso corporal considerado ideal.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Qué es el leblouh en Mauritania?
El leblouh es un proceso doloroso y forzado que se realiza principalmente en las zonas rurales de Mauritania. Niñas desde los cinco años son enviadas a campamentos donde se les obliga a consumir hasta 16 mil calorías diarias de alimentos ricos en grasa como carne, leche y aceites. La negativa a comer suele resultar en castigos físicos severos, como golpes o incluso la rotura de dedos.
Esta práctica tiene graves consecuencias para la salud de las mujeres, quienes sufren de enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas y complicaciones durante el embarazo. Además, muchas mujeres experimentan efectos psicológicos adversos y una reducción en la expectativa de vida.
¿Cómo es la vida de las mujeres en Mauritania?
La obsesión por la obesidad en Mauritania no es solo una cuestión de estética, sino también de estatus social. En una sociedad profundamente patriarcal, las mujeres son enseñadas desde temprana edad que su valor y felicidad dependen de la capacidad de agradar a los hombres. Un cuerpo voluminoso se percibe como un indicador de riqueza y capacidad para soportar la maternidad y las labores domésticas.
Los esfuerzos del gobierno y diversas ONG por cambiar estas normas culturales han encontrado resistencia. Aunque se han implementado campañas de concienciación sobre los riesgos de la obesidad y se han abierto gimnasios exclusivamente para mujeres en ciudades como Nuakchot, la falta de acceso a medios de comunicación en áreas rurales dificulta la difusión de estos mensajes.
Además, el progreso hacia una percepción más saludable del cuerpo femenino se vio interrumpido tras el golpe militar de 2008. Antes del golpe, el gobierno había lanzado campañas para mejorar la salud pública y reducir la prevalencia del leblouh. Sin embargo, el régimen militar que asumió el poder reinstauró muchas de las prácticas tradicionales, incluyendo la alimentación forzada, como una forma de preservar las costumbres culturales.
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¿Cómo se lucha contra la obesidad en Mauritania?
A pesar de los desafíos, existen historias de mujeres que han resistido esta presión cultural. Zeinebou Mint Mohamed, una mujer de 26 años, fue alimentada a la fuerza durante su niñez y se casó a los 13 años. Tras el divorcio, descubrió el poder de su cuerpo ante los hombres y abrazó su tamaño como una herramienta de empoderamiento, aunque también sueña con una vida más saludable e independiente.
Organizaciones lideradas por mujeres, como Espoire, están luchando por cambiar estas normas culturales. Proveen educación, microcréditos y clases de salud a mujeres, buscando empoderarlas económicamente y reducir la necesidad de prácticas como el leblouh para asegurar matrimonios tempranos.
Así, con esfuerzos continuos de concienciación y empoderamiento, hay esperanza de que las futuras generaciones de mujeres mauritanas puedan vivir vidas más saludables y libres de estas prácticas dañinas.
*Contenido generado por la IA, con supervisión humana.