Los ojos de Isabella Santo Domingo tienen autonomía: hablan, se achican o se agrandan dependiendo del brillo que quieran repartir. Son los de siempre, alumbran como hace 30 años, cuando la barranquillera era una de las protagonistas de Tentaciones (1994).
Siguen igual de vibrantes, aunque se pusiera una balaclava serían fáciles de reconocer. Con el resto de las características ocurre idéntico fenómeno: la misma voz costeña, el mismo pelo negro que contrasta con su piel y su eterna sonrisa, como haciéndole homenaje al humor que ha sido su sello principal como actriz, periodista y escritora.
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La cita es para hablar de los veinte años de Los caballeros las prefieren brutas, un libro que desde 2004 es un éxito en Latinoamérica y España, al punto de tener tantas reediciones que no podrían caber en una biblioteca personal.
Pregunta: ¿Entre la escritura y la actuación con cuál se queda?
Respuesta: La aventura editorial lleva 20 años y el teatro resume todo lo que me gusta hacer, que es actuar, escribir, estar en vivo con la gente, la inmediatez, la espontaneidad, me encanta eso.
¿Cómo surge la idea de escribir Los caballeros las prefieren brutas?
Me acuerdo de que estaba en una reunión, yo estaba terminando de filmar una película que se llamaba Colombianos, un acto de fe y el día de mi despedida estaba rodeada de mis amigos de esa época, curiosamente me di cuenta que era estaban divididos los hombres y las mujeres. En el salón de las mujeres hablaban de temas relacionados al amor, desamor, “este no me volvió a llamar, este es un desgraciado, estoy enamorada”. Del otro lado del salón, donde estaban los hombres, ellos charlaban de carros y de la joven de turno que se acababan de levantar. Me acerco y les pregunto “oigan y ustedes por qué no salen con mujeres como nosotras, ¿no le gustaría tener una relación de tú a tú?”. Uno de ellos responde “ay, no, qué pereza, no nos gustan esas que ya trabajan y ganan y opinan demasiado. Nosotros preferimos una recién graduada de bachillerato”.
Yo no me ofendí, pero en ese instante quise explorar esa postura condenable. Me acuerdo de que al otro día viajé y en el avión te juro que me soñé ese título: Los caballeros las prefieren brutas, y me desperté y dije “claro, ¿esto qué es?”. Al principio no sabía si iba a ser un artículo, un cuento o un libro.
¿Se publicó en 2004?
En diciembre de ese año y todo 2005 fue la promoción, se convirtió en una bomba. El título provocador fue un acierto. El tema y el humor con que está escrito llamó la atención de un periodista en Miami, que en inglés escribió un artículo diciendo que en Latinoamérica hay una mujer que piensa que las mujeres son tan astutas que son capaces de fingir que son brutas. Acto seguido me llaman de un programa en Chile para que yo defendiera esta idea.
¿Cree que el título ha envejecido mal, que quizás debió tener otro para evitar reforzar un estereotipo de género?
No pretendo ofender a nadie, ni a los hombres ni a las mujeres, simplemente pretendo explicar cómo funcionan las relaciones de pareja, algunos van a estar de acuerdo, otros no. Yo no descubrí el agua tibia, así es como las mujeres hemos sobrevivido a lo largo de la historia. El libro se publicó hace veinte años y la situación no ha cambiado, el machismo continúa.
¿Es cierto de Florence Thomas le escribió en 2004, cuando se publicó por primera vez?
Sí, recibí un correo de Florence Thomas, que en esa época era la estrella feminista y solamente me advirtió que las palabras tienen poder, me pidió cuidado con lo que escribo, fue más una reflexión sobre la responsabilidad a raíz del éxito del libro.
¿Y mensajes de otras feministas?
Estoy a favor de cualquier persona que tiene criterio y que sabe cuál es el bien y el mal, pero ser utilizada como como una ficha de una guerra cultural, estúpida, no es algo que me llame la atención, a mí no me interesa tirar piedras, no me interesa ser antimacho. Para que realmente haya un cambio necesariamente tenemos que incluir a los hombres en la conversación, ¿qué ganamos embarcando en una guerra cultural?
¿Por qué los hombres de hoy seguimos siendo los mismos de hace 20 años?
Hay muchas mujeres tan decepcionadas que están dispuestas a abrazar la soltería o explorar otra sexualidad. Yo tengo una hija de 28 años y para escribir mis libros, si hay algo que disfruto, es poder sentarme con ella para ver qué piensan. Alguien me dijo “tú escribiste algo hace 20 años que está pasando ahora”. Si el hombre se niega a la equidad, a estar a la par de la mujer, vamos a optar por la soltería, por cambiar las prioridades. Por suerte, tú le preguntas a una mujer por sus prioridades y ellas dicen “estudiar, trabajar, montar mi emprendimiento, viajar”. El matrimonio o tener pareja ya es secundario.
¿Cómo fue el proceso para saltar de libro a serie de televisión?
Tuve un buen socio en mi casa editorial, su director de ese momento era Diego Pampin, un uruguayo espectacular que me enseñó que los libros no se venden solos, él se tomó la molestia de agarrar el manuscrito y entenderlo. Una vez publicado fue un best seller en México, Ecuador, Venezuela, Perú y Estados Unidos para la comunidad hispana. Estando en México lo agarró un ejecutivo de Sony y de allí me llamaron para comprar los derechos en 2010.
¿Cómo fue la adaptación, ya que no es una novela?
Yo soy bastante afortunada, los libretistas no daban con el chiste, entonces me nombran asesora, el libro está lleno de anécdotas mías o de amigos. Para entonces ya había escrito un guion de cine sin tener ningún conocimiento, pero tenía una escaleta, personajes, tenía todo y les dije a los libretistas que “de pronto esto les sirve, ya que los derechos son de ustedes, a mí no me sirve de nada”. Recuerdo que me llamaron a la media hora y me dijeron “este guion es lo que vamos a hacer”, no me cambiaron nada, ni los nombres de los personajes y terminé creando la historia original y adaptando mi propio libro.
Este 2024 ha sido muy especial porque otros clásicos han regresado: Betty, la fea y Pedro, el escamoso. Revivir éxitos del pasado es un arma de doble filo, ya que el reto está en poner a funcionar algo que funcionó hace dos décadas. En el caso de Los caballeros las prefiere brutas, quiero que comparte el primer libro con este relanzamiento.
Me alegró publicar nuevamente este libro, te confieso que también sentí preocupación porque básicamente los hombres no han camiado: la violencia de género se ha disparado en el mundo. Mi intención en este aniversario es hacerle un homenaje a este libro que me cambió la vida y que la ha cambiado la vida o por lo menos la situación sentimental a muchas personas a lo largo de este tiempo.
Cuéntenos lo que le ha dado.
Ha sido serie de televisión dos veces, ha sido obra de teatro con más de mil y pico de funciones, mi primera idea fue escribir tres capítulos nuevos y a medida que empecé a leer el libro dije “dios mío, ahora sí, aprendí a escribir”. Lo cambié todo, reescribí de principio a fin, es decir, este libro que está en este momento en todas las librerías del país es completamente nuevo, no solamente actualizado y traído al 2024-2025, sino que es un libro de verdad que contiene nuevo material, trae fotografías de todo lo que ha sido la vida de esta obra, las diferentes carátulas en varios países. Por ejemplo, la carátula en España es diferente a la de México.
¿Qué les diría a los hombres que están leyendo esta entrevista?
Los invito a que conozcan la historia de la mujer, para que nos valoren y nos respeten porque a nosotras nunca nos han regalado nada y aquí estamos dispuestas a seguir trabajando hombro con hombro con ustedes.
¿Cómo va la recuperación de su oído izquierdo?
Tuve un accidente en México con una ola muy fuerte que me dio justo en mi oído izquierdo y me rompió un tímpano, básicamente me lo desapareció, me lo fulminó. Llegué acá con un dolor terrible. Un médico me sometió a una cirugía que no revisé de qué se trataba, me dijo que iba a tratar de no operarme por la parte de atrás, iba a tratar de no ampliar el conducto. Luego le pregunté si puedo viajar, me quitó el empaque que tenía, era un algodón metido dentro del conducto. “Claro que sí, te puedes ir sin ningún problema”, me dijo. Yo me cuidé, nunca fui a la playa, no hice absolutamente nada y, cuando vuelvo, el médico me dijo “se te cerró el conducto, tu cicatrización es muy fuerte, hay que operarte de nuevo”.
¿La volvió a operar?
Pedí una segunda opinión y lo que me dijeron fue brutal: “toca abrir tu hueco así de grande (Isabella dibuja un círculo con los dedos), porque si su cicatrización es así, para que cuando se cierre por lo menos quede algo abierto”. La razón por la cual no me operé con el segundo médico fue por la falta de empatía, yo estaba desecha y este señor ni me miraba en consulta. Estas cirugías son un riesgo muy grande, estás jugando casi que con tu vida y yo decía “qué horrible que la última cara que yo vea, si me toca irme, sea la de este señor que es un grosero”.
Ahí es donde aparece el doctor Hernández.
Es fantástico el doctor Hernández, me operó otra vez, me sacó de adentro partículas de hueso, me hizo una reestructuración, pero volvió a taparse. Llevo un año y piquito con el oído tapado.
¿Qué sigue entonces?
El doctor Hernández me está tratando cada dos días y hoy recibí una buena noticia y es que después de cuatro cirugías aparentemente el oído no se me ha cerrado de nuevo. Lo único que quiero es volver a escuchar bien, mi recomendación a los lectores es: ¡cuídense los oídos!
¿Cómo ha afectado su vida?
Cuando tienes algo en el ojo, enseguida te alarmas y vas a la clínica, pero cuando es algo del oído, déjenme decirle que es paralizante, aislante, te cambia la vida, a mí me ha vuelto cero social, me ha afectado a todo nivel, pero también me he vuelto más introspectiva y me ha permitido escribir dos libros. Estoy en manos de un muy buen médico y estamos luchando, me acaba de cauterizar otra vez con ácido para abrir el conducto.
¿Alcanza a oírme por el lazo izquierdo?
Mi audición está bien, mi problema es que tengo el conducto tapado, oigo como si me pusiera la palma de la mano encima de la oreja.
¿Todo empezó a raíz del golpe de la ola en una playa mexicana?
Estaba en la orillita y de repente sale una ola de la nada. Me quedé acostada un rato, mis amigos me llevaron a un puesto de salud en el que me recetaron antibióticos y desinflamantes. Yo tenía tres pelitos acá adelante y me los raparon para las cirugías, lo peor de todo es que, cuando estoy hablando con alguien, de repente me sale líquido de sangre por el oído. He estado un año entero en mi casa, me ha costado salir. Como mi hija es productora musical y DJ, me invitó al Festival Baum, fuimos y nos divertimos.
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