Princesa Mako se casará a finales de octubre con Kei Komuro tras larga polémica en Japón.
Varias monarquías del mundo han visto a princesas, príncipes y reyes abandonar las casas reales por amor. La historia de la princesa japonesa Mako es la más reciente en capturar la atención Mundial. Este 26 de octubre, Mako Komuro, como será conocida de ahora en adelante, rompió todos los lazos con la familia imperial.
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En una rueda de prensa, la sobrina del emperador dijo “para mí Kei es una persona imprescindible. Casarnos era la única opción que podíamos tomar para vivir siendo fieles”. Ella y su esposo, Kei Komuro, se conocieron en la universidad y ahora irán a vivir a Estados Unidos, donde Kei trabaja como abogado. Su desplazamiento al país norteamericano les ha hecho acreedores del sobrenombre los “Harry y Meghan japoneses”.
Para recordar historias de amor como esta, hemos reunido otras historias de amor que han hecho que los miembros de familias reales abandonen sus títulos y responsabilidades.
Eduardo VIII
El duque de Windsor protagonizó todo un escándalo en Inglaterra cuando decidió renunciar al trono británico para casarse con la dos veces divorciada Wallis Simpson. En 1936, el rey leyó su renuncia en directo a través de la BBC. Su abdicación hizo que fuera su hermano menor quien tuviera que asumir el mando del Reino Unido.
Albert, quien se convirtió en el rey Jorge VI, fue el padre de la reina Isabel II. Fue un pilar fundamental durante la Segunda Guerra Mundial y es recordado por haber padecido de tartamudeo.
Friso de Orange-Nassau
Este príncipe pertenecía a la corona holandesa y se enfrentó al Gobierno de los Países Bajos para casarse con una polémica mujer. El enfrentamiento incluyó también hacerle frente a su madre, quien entonces era la reina Beatriz.
El gobierno y la monarca se oponían a la unión pues sobre Mabel Wisse había sospechas de que era una espía en los años 90. La pareja se casó en 2004 y el príncipe renunció a su puesto en la línea sucesoria. Se fueron a vivir en Londres y en 2013 Friso falleció a causa de lesiones que le dejó un accidente de esquí.
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Sayako
Antes de Mako, otra princesa japonesa también renunció a sus títulos para casarse con un funcionario municipal. En 2005, la entonces princesa contrajo matrimonio con Yoshiki Kuroda, un plebeyo que se desempeñaba como urbanista.
En la fiesta de compromiso, Sayako anunció que abandonaba la casa imperial, su título de alteza y sus obligaciones como princesa. Dejó atrás todos los lujos de pertenecer a la familia real de Japón.
Alexandra de Dinamarca
Alexandra estaba casada con el príncipe Joaquín de Dinamarca hasta 2015. Luego de esto, la royal perdió su título de princesa al casarse con el fotógrafo Martin Jorgensen. Alexandra estuvo en el ojo del huracán pues seguía recibiendo un sueldo de la familia real y tuvo que renunciar a él cuando su hijo menor alcanzó la mayoría de edad.
A pesar de ya no ser princesa, Alexandra conserva el título de condensa y ha dicho que lo lleva con orgullo pues fue la misma reina quien se lo otorgó.